Opinión

Una soberana concha, por Fernando Calmell del Solar

Publicado el 10 de diciembre de 2024

Por Fernando Calmell del Solar, publicado en Expreso

 

La definición del concepto de soberanía es: el poder supremo e ilimitado, atribuido a la nación, al pueblo o al Estado, para establecer su constitución y adoptar las decisiones políticas fundamentales tanto en el ámbito interno como en el plano internacional.

 

Esto significa que, en un país soberano, como es el Perú, ningún país, ningún organismo y mucho menos un grupete de asociaciones izquierdistas, que se hacen llamar progresistas, puede inmiscuirse en las decisiones soberanas de nuestro país.

 

Pero ¡oh maravilla! Resulta que las famosas ONGs, que han invadido nuestro Perú, porque, aunque no lo crea, son miles, han puesto el grito en el cielo porque los peruanos queremos que nos digan: qué hacen realmente en nuestro país, cómo se financian y de dónde viene ese dinero, cuánto reciben y para qué usan el dinero.

 

Algo que todos los emprendedores y empresas estamos obligados a hacer todos los meses frente a la Sunat, ministerios, municipalidades y el sistema financiero.

 

Y la pregunta es: ¿por qué las ONGs no? ¿Saben por qué? Porque no les importa nuestra soberanía y porque son soberanamente conchudos.

 

Imaginen que existe una cuyo nombre es Transparencia y han emitido un comunicado para que no se los obligue a transparentar los fondos.

 

Otra, la oscura y conocida IDL, dirigida por Gustavo Gorriti, que ha hecho un lobby sin precedentes para que varios países presionen a nuestros congresistas para que no se promulgue la ley que los obliga a transparentar el origen de los fondos que reciben y para qué los usan, a pesar de que todos sabemos que su objetivo es y ha sido el control del sistema judicial y los medios de comunicación.

 

También sabemos que existen cientos o miles de ONGs que actúan en todo el país y muchas de ellas, dedicadas a desestabilizarnos, al adoctrinamiento comunista, a influir en la forma en la que ellos quieren que eduquemos a nuestros hijos e incluso a proteger y propalar mensajes vinculados al terrorismo.

 

Los peruanos tenemos todo el derecho a pensar:
¿Por qué nosotros sí tenemos que justificar todo y ellos no?
¿Por qué la ley nos obliga a transparentar el origen de nuestros ingresos y a ellos no?
¿Qué quieren esconder?
¿Acaso no defienden la democracia y la transparencia?

 

Pero ojo, existen fundaciones que dependen directamente de familias peruanas, de instituciones financieras peruanas y de industrias peruanas que sí se dedican al apoyo social.

 

Pero los que patalean, los que se niegan a ser transparentes, deben entender y acatar que están en un país soberano y que no tienen ningún derecho a hacer lo que se les dé la gana y como se les dé la gana. Y a los empresarios que son parte y apoyan estas ONGs, dense cuenta de que usan sus nombres para lavarse la cara.

 

Por estas cosas y para terminar con estos grupos, necesitamos el bendito y necesario cambio de ciclo.

 

 

 

Fuente: CanalB

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