Goldman Sachs ha dado un espaldarazo a la economía argentina, recomendando la compra de bonos del país por primera vez en años. Esta firma de banca de inversión respaldó abiertamente el programa económico liderado por Javier Milei y Luis Caputo, anticipando un cambio radical en las expectativas sobre el desempeño de Argentina en los próximos cuatro años.

La decisión de Goldman Sachs se basa en una visión optimista respaldada por el rendimiento de los bonos soberanos argentinos, que aún ofrecen un interés considerablemente alto en comparación con la tasa de referencia internacional. Este cambio de expectativas, generado por las reformas pro-mercado implementadas por el Gobierno, ha llevado a Goldman Sachs a considerar que Argentina está pagando un rendimiento superior a su verdadero riesgo.

La inclusión de Argentina en la lista de países recomendados para comprar bonos es un fenómeno notable, junto con naciones como Ecuador, Pakistán, Egipto, Sri Lanka y Ghana, todos comprometidos con reformas estructurales pro-mercado.

El anuncio del ajuste fiscal liderado por Luis Caputo, uno de los más significativos en la historia argentina, promete alcanzar niveles de hasta el 5% del PBI antes de iniciar un programa de privatizaciones sin precedentes. Estas medidas, fundamentadas en un enfoque pragmático, parecen tener un respaldo sólido para ser aprobadas por el Congreso, lo que garantizaría la estabilidad de las finanzas públicas.

El éxito a largo plazo de estas reformas podría significar no solo un aumento en la atractividad de los bonos emitidos por el Tesoro argentino, sino también la independencia del Banco Central respecto al poder político, un paso esencial para su eventual liquidación.

Goldman Sachs reconoce los riesgos asociados con la implementación de estas reformas, pero considera los pasos iniciales del nuevo Gobierno como constructivos, señalando que el mercado probablemente los recompensará a corto plazo.

Si bien los desafíos persisten, el respaldo de Goldman Sachs sugiere un cambio radical en la percepción global sobre la economía argentina, abriendo puertas hacia una posible reapertura del mercado de capitales internacional y una potencial recuperación de las reservas del Banco Central.