Javier Milei se convierte en el nuevo presidente electo de Argentina tras vencer a Sergio Massa en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Su programa de gobierno se estructura en tres etapas, que abarcarían un plan de 35 años.

Tras el acercamiento con Mauricio Macri y Patricia Bullrich, se generaron dudas sobre si algunos de los planes de Milei podrían ser cuestionados. Bullrich, al expresar su apoyo, hizo hincapié en su desacuerdo con aspectos como la tenencia de armas y la comercialización de órganos, mientras ratificaba su respaldo a la educación pública.

El programa de La Libertad Avanza, el partido de Milei, propone tres generaciones de reformas en un lapso de 35 años. La primera contempla un recorte significativo del gasto público, reformas para reducir impuestos y flexibilización en áreas laborales, comerciales y financieras.

La segunda generación abarca una reforma para reducir fondos destinados a jubilaciones, la disminución de ministerios y planes sociales. Finalmente, la última etapa involucraría reformas en salud, educación, seguridad y la "liquidación" del Banco Central.

Milei, en una entrevista, reafirmó la intención de cerrar el Banco Central, aunque no detalló plazos. Además, el economista ya había anticipado quién lideraría la entidad en caso de asumir la presidencia.

Otras propuestas controversiales incluyen la dolarización de la economía, la eliminación de impuestos y aranceles, la flexibilización laboral y la privatización de empresas estatales.

El líder libertario ha abogado por la libre portación de armas y la militarización de cárceles, aunque en debates recientes ha moderado sus posturas.

A pesar de sus propuestas, existen dudas sobre la viabilidad de aplicar su programa completo. A pesar de ser la tercera fuerza legislativa en el Congreso, deberá trabajar para conseguir apoyo y sacar adelante sus reformas.