En el más reciente informe de Transparencia Internacional sobre el Índice de la Percepción de la Corrupción 2023, Perú experimentó una caída notable al descender 20 puestos, pasando del lugar 101 al 121. Esta marcada disminución representa la bajada anual más pronunciada en el ranking global desde 2012.

La gestión del primer año de la presidenta Dina Boluarte parece haber contribuido a esta desfavorable posición, reflejada en una puntuación que cayó de 36 a 33 en el índice. Perú ahora comparte su posición con naciones como Angola, Mongolia y Uzbekistán.

Transparencia Internacional señala que el período evaluado abarca desde 2022 hasta septiembre de 2023, y destaca que las revelaciones de corrupción y comportamientos éticamente cuestionables de los gobiernos de Pedro Castillo y Dina Boluarte han influido en esta calificación.

La inestabilidad política, con contrarreformas impulsadas por el Congreso y retrocesos en instrumentos anticorrupción, también se identifica como un factor clave en la caída del país en el ranking. En comparación con otros países de América Latina, Perú se ubica en el tercio inferior, situándose solo por encima de naciones como El Salvador, México, Bolivia, Paraguay, Guatemala, Honduras, Haití, Nicaragua y Venezuela.

En comparación con la OCDE y el espacio geoeconómico de APEC, Perú ocupa posiciones cercanas al final, solo superando a México en ambos casos.