En el segundo año de la invasión de Rusia a Ucrania, un grupo de destacadas personalidades emitió una contundente declaración de solidaridad y repudio a los actos de violencia perpetrados en el país europeo.

La declaración, firmada por un amplio espectro de ciudadanos, rechaza enérgicamente la incursión militar rusa en la República de Ucrania. Se denuncia que esta acción viola los principios fundamentales del derecho internacional, incluidos los consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, así como otros pactos supranacionales que prohíben el uso de la fuerza para atentar contra la soberanía de otro país.

Asimismo, se señala como una grave violación a los derechos humanos los bombardeos indiscriminados de viviendas, hospitales, escuelas y otros lugares civiles por parte de las fuerzas armadas rusas y mercenarios, que han resultado en la muerte de numerosas personas, incluyendo ancianos y niños indefensos. La Corte Penal Internacional ha acusado al presidente Putin de crímenes de lesa humanidad.

La declaración también deplora el respaldo político y diplomático brindado por regímenes totalitarios de la región, como Venezuela, Cuba y Nicaragua, a esta acción bélica, incluso ofreciendo sus territorios para el entrenamiento militar del gobierno invasor.