El presidente Donald Trump comunicó al Senado su intención de otorgar a Perú el estatus de aliado principal no perteneciente a la OTAN, una categoría reservada para socios con los que Estados Unidos busca profundizar cooperación en defensa y seguridad.
La decisión se enmarca en la campaña de la administración estadounidense para reforzar alianzas en América Latina mientras intensifica su presión contra Venezuela y las organizaciones criminales transnacionales vinculadas al narcotráfico.
En el mensaje remitido a la Comisión de Relaciones Exteriores, Trump destacó que Estados Unidos y Perú comparten prioridades en estabilidad regional, combate al tráfico ilícito de drogas y fortalecimiento de los vínculos económicos. La medida también responde al interés de Washington en sumar a Lima a un bloque de gobiernos alineados con su agenda antidrogas, especialmente en un contexto en el que el régimen venezolano es señalado por permitir la circulación de cargamentos ilegales hacia Norteamérica.
El anuncio coincide con la reciente asunción del presidente José Jeri, cuyo gobierno transitorio —vigente hasta julio del próximo año— ha adoptado un discurso firme frente al crimen organizado. El primer ministro Ernesto Álvarez consideró que la propuesta representa una oportunidad para impulsar mecanismos de cooperación que beneficien a ambas sociedades, en línea con los objetivos de seguridad compartidos.
La relación bilateral ha cobrado un nuevo impulso tras la visita del canciller peruano a Washington, donde sostuvo reuniones con el secretario de Estado Marco Rubio para abordar temas estratégicos como el desarrollo de minerales críticos y la lucha conjunta contra redes criminales. Washington busca integrar a Perú en una arquitectura regional de seguridad que incluye ofensivas contra embarcaciones de presuntos narcotraficantes en aguas cercanas a Venezuela y advertencias de acciones directas sobre ese territorio.
La designación otorgaría a Perú acceso preferencial a cooperación militar, financiamiento y participación en contratos de defensa estadounidenses, beneficios similares a los que recientemente recibieron Arabia Saudí y otros 19 países con el mismo estatus. Aunque posee un componente simbólico, la categoría abre la puerta a una relación operativa más estrecha con el Departamento de Defensa y con agencias de seguridad norteamericanas.
Con esta medida, Perú pasaría a integrar el grupo de aliados principales de EE.UU. en la región, junto a Argentina, Colombia y Brasil. La decisión también se interpreta como un mensaje político de Washington para fortalecer un eje latinoamericano alineado con su estrategia contra el narcotráfico y para ampliar su influencia en un momento de elevada volatilidad geopolítica en la región.
Fuente: CanalB
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