La misión OSIRIS-REx de la NASA ha revelado que un asteroide de 500 metros de diámetro, Bennu, podría representar una amenaza para la Tierra a partir del año 2135, aunque las probabilidades de impacto son bajas, estimadas en 1 entre 1750 y 2300, es decir, un 0.057%.

Los científicos ahora intensificarán el estudio de Bennu, ya que en 2135 podría pasar por una región del espacio donde la gravedad de un planeta podría alterar su órbita, potencialmente llevándolo hacia la Tierra.

Aunque la NASA insiste en que la probabilidad de impacto es mínima, advierte sobre las catastróficas consecuencias que tendría. El impacto liberaría una energía equivalente a 70 mil bombas como la de Hiroshima y dejaría un cráter de aproximadamente 5 kilómetros de diámetro.

La agencia espacial está enfocada en identificar asteroides cercanos a la Tierra de más de 140 metros de diámetro, dado que el riesgo de Bennu como individuo es menor en comparación con otros objetos aún no descubiertos de dimensiones similares.