El sindicato de trabajadores de la Dirección Desconcentrada de Turismo del Cusco, que es responsable de la administración de la ciudadela de Machu Picchu anunció que dará inicio a una huelga indefinida a partir del 28 de noviembre.

Esto traería consigo un grave perjuicio económico para un sector tan golpeado hasta el día de hoy desde el inicio de la pandemia, el turístico.

Económicamente, las pérdidas generadas serían de 2 millones de dólares diarios, ya que habría un impacto en otros atractivos.

Una de las principales responsables de la grave situación que se vive en el Cusco sería la ministra de Cultura Betssy Chávez, quien, según Enrique Quiñones, presidente de la Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno, está cerrando las entradas para boicotear al sector.

Quiñones también cuestionó al ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, quien destacó el ingreso de 1.9 millones de turistas, que son menos de la mitad de los que se obtuvo en 2019.

De manera paralela, diversas organizaciones vienen realizando paralizaciones en la ciudad desde el 23 de noviembre por diversas razones, como el alto precio de los combustibles y la inexistencia de acciones para el desarrollo de la segunda reforma agraria.