El Poder Judicial rechazó el pedido presentado por la defensa de Andrés Hurtado para revocar la orden de prisión preventiva en su contra, por lo que el exconductor de televisión continuará recluido en el penal de Lurigancho. Hurtado, conocido como ‘Chibolín’, enfrenta una investigación por el presunto delito de tráfico de influencias, al haber intervenido en el trámite de renuncia a la nacionalidad peruana del futbolista Roberto Siucho.

La Sexta Sala Penal de Apelaciones de Lima determinó que los argumentos de su defensa no aportaban elementos nuevos que pudieran modificar la medida cautelar ya impuesta. La defensa había sostenido que Hurtado contaba con arraigo domiciliario, laboral y familiar, pero la Sala concluyó que estos factores no estaban debidamente acreditados o no resultaban suficientes para revertir la prisión preventiva de nueve meses.

Uno de los puntos clave del caso es la presunta presión que Hurtado habría ejercido sobre Roxana del Águila, exsuperintendente de Migraciones, para facilitar el trámite en favor de Siucho. La Fiscalía considera que esta intervención irregular sustenta la acusación, y la Sala respaldó esa posición al señalar que la declaración del propio futbolista sigue teniendo relevancia probatoria en el proceso.

Además, el Ministerio Público sostiene otra acusación contra Hurtado, por un caso paralelo de presunto tráfico de influencias y cohecho activo, vinculado a su supuesta participación para beneficiar al empresario Javier Miu Lei en la recuperación de barras de oro incautadas. Por este segundo caso, también se le dictó prisión preventiva, esta vez por 18 meses.

En medio del proceso judicial, se conoció que Hurtado habría transferido un millón de dólares a Estados Unidos, supuestamente destinados a sus hijas Josetty y Génnesis, así como a su exesposa. Desde prisión, Hurtado ha enviado un mensaje a través de su abogado, reconociendo “fallos terrenales”, aunque insiste en su inocencia y en que se trata de una persecución injustificada.