Escrito por Juan Carlos Suttor en el blog Sin Pelos en la Lengua

Los peruanos estamos más que preocupados por el incremento de la inseguridad ciudadana, basados en los atracos diarios de celulares y relojes, asaltos a establecimientos comerciales como  farmacias, bodegas, restaurantes, ferreterías y otros, incluídos los comedores populares, producto del libre accionar de extorsionadores, sicarios y delincuentes.

La semana pasada, desgraciadamente, esta escoria logró paralizar la ciudad de Lima a través de un paro de transportistas, quienes al verse en riesgo y sin ninguna protección de las autoridades, dejó de prestar un  servicio básico, que sin duda afectó el desarrollo de las actividades económicas de la ciudad. Lamentablemente el accionar de estos transportistas, la gran mayoría informales, también se caracterizó por el uso de la violencia.

En simultáneo, está el avance de la minería ilegal, en gran parte del país y que se extiende día a día gracias al REINFO (Registro Integral de Formalización Minera) que nuestro pobre Poder Legislativo sigue extendiendo sin fecha límite y la cual conlleva a otros delitos como la trata de personas y se mezcla de manera invisible con el narcotráfico. ¡Si hasta el presidente del Congreso, el señor Eduardo Salhuana, de APP, está "presuntamente" coludido con la minería ilegal.

Hace unos días, la minera Poderosa, en Pataz, fue nuevamente atacada por criminales con armas y explosivos dejando un muerto y varios heridos. ¿Y las autoridades del Ejecutivo y Legislativo? Muy bien, gracias.

No hay que ser muy suspicaz para preguntarse qué hace el gobernador regional de La Libertad y dueño de APP (Alianza por el Progreso), César Acuña, a quién le gusta la "plata como cancha" para combatir este flagelo ¿Será que tiene alguna participación en el negocio? ¿Será que cobra algún cupo a los ilegales para permitirles "trabajar" libremente?

La tarea de combatir estas amenazas contra la seguridad interna del país está a cargo, principalmente, del Ministerio del Interior, cuyo titular, Juan José Santiváñez, se encuentra abocado a temas como el vehículo presidencial, conocido como "el cofre", o sus audios con el capitán PNP Junior Izquierdo Yarlequé, conocido como “Culebra”, descuidando todos los temas de seguridad ciudadana, lo cual está plenamente comprobado. Es más que evidente la total falta de planificación, inteligencia y organización para enfrentar la situación que estamos sufriendo.

Que este paupérrimo Parlamento (con las honrosas excepciones de algunos muy buenos congresistas) interpele y/o censure a este ministro es una pérdida de tiempo porque el Ejecutivo  siempre nombrará a alguien igual de inepto o peor que la presidente. Por eso sacaron al excanciller Javier González-Olaechea, porque era el mejor de todos. El cáncer está dentro del mismísimo ministerio desde siempre. Lo digo con conocimiento de causa porque el Mininter fue mi cliente en algún momento y ví toda la cochinada que había por dentro. Ese ministerio es un asco y ahí está, entre otros, su fracasado Programa de Recompensas, instaurado por el exministro caviar de Pedro Pablo Kuczynski, Carlos Basombrío, primo de Ernesto de la Jara, fundador del IDL.

Si a la inoperancia del Ministerio del Interior, le sumamos una Policía Nacional del Perú (PNP) muy mal preparada y peor equipada, y un Ministerio Público y Poder Judicial absolutamente corruptos, como queda demostrado en las noticias que vemos cada día, queda claro entonces que los peruanos estamos en una situación de total indefensión.

Súmele, estimado lector, el papel que juegan el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Mejor dicho, el papel que se niegan a jugar. La presidente Dina Boluarte, una inepta comprobada, parece más enfocada en disfrutar el placer que brinda el poder, buscando más viajes en los que no aporta nada, alfombras rojas, sus retoques estéticos y en llegar al 28 de julio de 2026, para finalmente, recibir una pensión vitalicia. Un ser despreciable realmente.

Ante esta crítica situación, el gobierno decretó el estado de emergencia por 60 días en 14 distritos de Lima y El Callao. Como si declarar estados de emergencia fuera la solución de los problemas. Hace poco declararon el estado de emergencia en las regiones de Amazonas, San Martín y Ucayali, ¿Acaso se acabaron los incendios por un decreto?

Para concluir, querido lector, seamos claros, fuera de nuestro podrido sistema judicial y la inoperancia del gobierno, toda esta desgracia tiene un denominador común que se llama "Nicolás Maduro y el Tren de Aragua".