Opinión

Las Ollas de Cangrejos; por Pancho Calisto

Publicado el 10 de julio de 2025

Por Pancho Calisto
 

Lo que vivimos a diario me hace recordar una metáfora utilizada por un ex Alcalde de Lima, ya fallecido, a quien recordamos con respeto: don Alberto Andrade Carmona. En una entrevista televisiva, dijo algo que nunca olvidé:
“Me hace recordar usted a la historia de la olla de cangrejos… por eso no avanzamos.”


La historia —parafraseada— decía así:
Un extranjero llegó a Lima, atraído por su fama gastronómica. Luego de disfrutar de varios exquisitos platos, pidió agradecer personalmente al chef y al cocinero de un restaurante local. Lo llevaron a la cocina, y tras los saludos de rigor, el visitante notó dos ollas en el fogón: una tenía tapa, la otra no.


Intrigado, preguntó:

 

—¿Por qué una tiene tapa y la otra no, si ambas tienen cangrejos?

 

El cocinero respondió:

 

—La olla tapada es de cangrejos japoneses. Si la dejáramos destapada, se ayudarían entre ellos a salir. Se organizarán, se empujarán hacia arriba y hasta que el último logre escapar. En cambio, la olla destapada tiene cangrejos peruanos: si uno intenta salir, el de atrás lo jalará para que no lo logre. Así, ninguno escapará, y no hay riesgo de que se vayan.


Lamentablemente, los años pasan y nuestra cultura sigue “acangrejada”, si se me permite el término. No basta mirar mucho: los ataques feroces al actual burgomaestre por ejemplo, vienen no solo de la oposición ideológica o política, sino también, al parecer, de sectores del propio Estado. Como si se hubiese activado una consigna tipo Fuenteovejuna: “todos a una…”

 

¿El objetivo? No importa si hay trenes, obras, agua o avances: hay que detenerlos. Hay que “desinflar a Porky”. ¿Por qué? ¿Por qué esa compulsión a sabotear en lugar de apoyar lo que funcione, venga de quien venga?, ya lo hemos vivido y lo seguimos viviendo.

 

¿No nos damos cuenta de que si remamos todos hacia la misma orilla, ganaremos todos? ¿Que si apoyamos lo bueno, aunque no nos guste el autor, el beneficiado es el pueblo?


El Perú no puede seguir avanzando mirando por el retrovisor. No podemos seguir pinchando la llanta del de al lado, como si hundir al otro nos elevara a nosotros. Nos merecemos mucho más.

 

Recordemos esa gran frase de Deng Xiaoping:
“No importa de qué color sea el gato, lo importante es que cace ratones.” 

 

#PanchoCalisto
#despiertaperudespierta

 

 

 

 

Fuente: CanalB

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