Opinión

¿Vox populi o vox Dina?; por Francisco Calisto

Publicado el 19 de mayo de 2025

Por Francisco Calisto

 

¿Si la expresión vox populi, vox Dei, “la voz del pueblo es la voz de Dios”  significa algo, qué hacía en el Vaticano la dama de Chalhuanca, poseedora del rechazo más grande del mundo, acarreando el saludo del pueblo peruano? ¿Dicotomías de la vida?

 

Según fuentes de Palacio de Gobierno llevaba el saludo de nuestro pueblo. Pero, hombre, yo no la escogería nunca para tal cometido o encargo. Stricto sensu, no representa la vox populi, menos la vox Dei, sino la vox Dina, o sea la bocina malograda de un régimen que hace agua por todos lados, y por supuesto no agua bendita, sino el efluvio de las peores miasmas de un poder deslegitimado hasta el tuétano.

 

Cancillería, no puede, ni debe caer en la sobonería oficial ni extraoficial, así como todos aquellos que ahora quieren aprovechar la coyuntura, es decir la súbita revelación de la permanencia por décadas de Robert Prevost, hoy León XIV, en el Perú y últimamente en Chiclayo y su DNI peruano, entonces personajes emergieron bregado ardorosamente por el viaje, apoyados en el artículo 118 numerales 2 y 3 de la Carta Magna para conseguir el permiso congresal, ya que tiene el deber de representar al estado y dirigir su política de gobierno, eso es verdad, pero a contramano se olvidaron de que ese mismo artículo en sus numérales 4,14 y 15 refieren sus obligaciones a velar por el orden interno, presidir el Sistema de Defensa Nacional y adoptar las medidas necesarias para la defensa de la república y como no, el artículo 167 de la misma Carta Magna, que reza que es la Jefa Suprema de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional (esas que dice “mandar pero no comandar”) y que hoy luego de que se suman 13 muertos más en Pataz, amén de los que a diario el sicariato arrebata al Perú, están tratando y no por su apoyo, de restablecer el orden y sostener al Perú. 


Es así como el destino nos puso en esta nueva encrucijada, con la asistencia o no de la Presiente a la entronización del Papa Peruano. Y en medio de esta bataola, a nadie con dos dedos de frente escapa todos los avivatos que quisieron sacarle alguna ventaja a este hecho. La criollada elevada a quintaesencia.


Es así como vivimos un festival otoñal del oportunismo y la adulonería como pocas veces se ha visto en el Perú. Todo el que tiene una fotito con Prevost cree tener ganada ya alguna indulgencia y eso juega para Tirios y Troyanos, cada cual interpreta cada palabra y cada gesto del Papa peruano llevando agua para su molino. Y a la cabeza de todos ellos nuestra “bienamada” inquilina de la casa de Pizarro, que también quiso su fotito con apretón de manos y abracito más, en una sesión reservada y al paso con el Sumo Pontífice y así la envuelva de un aura positiva equivalente a varias limpiadas de cuy de nuestro Perú profundo.


Hoy adláteres y corifeos presentan como un logro lo que podríamos catalogar de “coincidencia divina” que se le presentó al régimen y que no debe ser tratada como una tramoya a colgar frente al mare magnum de desgobierno, sino como el sutil jalón de orejas que le envía la santísima trinidad a una señora que debe dejar de lado la pompa y el oropel y dar paso a una próxima entrega del poder, que al paso que vamos podría ser más temprano que tarde, ojo que la negativa de su invitación para ser acompañada por los Presidentes de los otros dos poderes del estado, ¡creo yo!, no es tema solo de agenda, tiene una lectura que va más, pero más allá…¡veremos!…¡Despierta Perú, despierta!


#PanchoCalisto
#despiertaperudespierta

 

 

 

 

 

Fuente: CanalB

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