Un archivo periodístico de 1989 volvió a colocar bajo escrutinio al candidato presidencial Alfonso López Chau, luego de que la revista Cambio publicara en ese año un reportaje dedicado a Víctor Alfredo Polay Campos, principal fundador del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

En la página aparece una columna firmada por López Chau bajo el título “Víctor es un luchador político”, en la que ofrece una interpretación favorable de la trayectoria del entonces militante clandestino, hoy condenado por terrorismo.

El texto, escrito en plena efervescencia política de fines de los ochenta, relata que López Chau conoció a Polay en su adolescencia, en espacios de formación juvenil vinculados al Apra y a agrupaciones de izquierda. Allí —según su testimonio— Polay destacaba por su disciplina, su pensamiento crítico y una sólida formación ideológica. El autor incluso afirma: “Creo que es un luchador social, un luchador político”, expresión que hoy, a la luz de la historia y de los crímenes cometidos por el MRTA, cobra especial relevancia.

La columna también aborda los viajes que Polay realizó por Europa, donde se relacionó con movimientos juveniles de izquierda y con sectores de la Vanguardia Revolucionaria. López Chau sostiene que esas experiencias reforzaron las convicciones ideológicas del futuro líder emerretista y marcaron el rumbo político que seguiría años después. El artículo añade que Polay mantuvo una posición crítica frente a la deriva del Apra, a la que acusaba de alejarse de sus bases populares, y que este desencanto lo condujo hacia otras expresiones de izquierda radical.

En otra sección de la misma página, también titulada “Víctor es un luchador político”, se describe el paso de Polay por organizaciones progresistas y su papel en la articulación de grupos que buscaban unificar a la izquierda en medio de la crisis de los años ochenta. El texto señala que su participación en debates internos era constante y que aportaba argumentos estratégicos relacionados con la lucha antiimperialista, incluso antes de integrarse plenamente al MRTA. López Chau recuerda un reencuentro posterior con Polay “cuando ya era militante activo del MRTA”, en el que se evidenciaba la radicalización de su proyecto político.

El archivo incluye además una fotografía correspondiente a una reunión de 1980 en la que participaron diversos dirigentes de izquierda, vinculada —según el pie de foto original— a los esfuerzos por construir la Alianza Revolucionaria de Izquierda (ARI). El reportaje sostiene que estos encuentros formaban parte de un intento más amplio de reorganizar el campo progresista frente a la crisis económica y social del país.

Finalmente, la columna remarca que la trayectoria de Polay representaba, en ese momento, un capítulo dentro de las tensiones y disputas ideológicas de la izquierda peruana. Sin embargo, la reaparición del artículo ha generado debate político contemporáneo, pues la defensa explícita de López Chau a la figura de Polay contrasta con la condena histórica y judicial al terrorismo que marcaría al país en la década siguiente.