Política

Embajador Alfredo Ferrero impulsa en Washington una agenda peruana centrada en minerales críticos, tecnología e inversión

Publicado el 11 de diciembre de 2025

La relación entre Perú y Estados Unidos atraviesa una etapa de reconfiguración estratégica en un contexto global marcado por la competencia tecnológica, las nuevas cadenas de suministro y la transición energética.

 

En ese escenario, el embajador peruano en Washington, Alfredo Ferrero Diez Canseco —en funciones desde febrero del 2024— ha intensificado el posicionamiento del país ante autoridades, empresas y centros de investigación, con el objetivo de proyectar a Perú como un socio confiable y relevante para la economía estadounidense.

 

Ferrero, recordado por su papel en la negociación del Tratado de Libre Comercio Perú–Estados Unidos y por su experiencia en comercio exterior y política pública, viene articulando una agenda ampliada que deja atrás el enfoque tradicional centrado solo en comercio. Según explicó en una reciente conversación con medios internacionales, la prioridad ahora es profundizar la cooperación en sectores como minerales críticos, innovación tecnológica, infraestructura, educación y seguridad hemisférica.

 

Desde su llegada, la Embajada ha reforzado su interlocución con el Congreso estadounidense, el Departamento de Estado, agencias económicas y una red de think tanks de primer nivel, incluyendo CSIS, Atlantic Council y el Inter-American Dialogue.

 

El embajador también ha puesto énfasis en alinear la diplomacia con resultados económicos concretos. Bajo su gestión, la misión peruana ha organizado encuentros con inversionistas y foros empresariales en coordinación con la Cámara de Comercio de EE.UU., Meridian International, AS/COA y el BCIU, con el fin de atraer capital de largo plazo en minería, energía e infraestructura. Ferrero sostiene que el objetivo es consolidar una “Asociación Estratégica para la Prosperidad Sostenible”, que articule seguridad, desarrollo y fortalecimiento democrático.

 

Otro componente clave de su labor es la comunidad peruana en Estados Unidos, estimada entre un millón y 1,1 millones de residentes. El embajador ha resaltado que esta diáspora no solo es beneficiaria de servicios consulares, sino un actor de creciente influencia académica, económica y cultural. Su integración en universidades, empresas y redes profesionales constituye, según Ferrero, una palanca para fortalecer la presencia del Perú en sectores estratégicos.

 

La discusión sobre el puerto de Chancay —proyecto con participación de capitales chinos— también ha ocupado parte central de la agenda diplomática. Ferrero asegura que Perú mantiene una política de diversificación y autonomía que permite cooperar con múltiples socios sin comprometer su soberanía. Añadió que el puerto opera bajo supervisión de la Autoridad Portuaria Nacional y se inserta en una red más amplia de infraestructura marítima que ha captado inversiones internacionales por más de US$5.500 millones. En paralelo, el gobierno peruano impulsa una mayor participación de empresas y organismos estadounidenses en proyectos logísticos y de cadena de suministro para asegurar un equilibrio estratégico.

 

Para Ferrero, el nuevo capítulo de la relación bilateral requiere combinar cooperación económica con fortalecimiento institucional y seguridad regional. Perú y Estados Unidos han reafirmado su compromiso frente al crimen organizado transnacional y a los desafíos hemisféricos, y el embajador destaca que prosperidad y seguridad deben avanzar de manera conjunta. Su gestión, afirma, busca precisamente convertir la diplomacia en resultados tangibles para el país, desde nuevas inversiones hasta una presencia internacional más sólida y estratégica.

 

 

 

Fuente: CanalB

Noticias relacionadas

Escribe un comentarios
Últimas publicaciones