El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) anunció la terminación de todos los programas de reunificación familiar (FRP) dirigidos a ciudadanos de Cuba, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití y Honduras.

La medida implica que miles de beneficiarios deberán abandonar el país a mediados de enero si no cuentan con otra vía legal para permanecer. Según el comunicado oficial, la decisión responde a fallas en los mecanismos de verificación y a riesgos de seguridad vinculados a un uso que califican como inadecuado del parole humanitario.

De acuerdo con el DHS, los programas FRP presentaban “lagunas de seguridad causadas por una verificación insuficiente”, lo que permitió que extranjeros “mal evaluados” ingresaran a Estados Unidos sin pasar por los controles tradicionales de libertad condicional. La entidad sostiene que la reunificación familiar, pese a su valor humanitario, no puede estar por encima de la responsabilidad del gobierno de prevenir el fraude, el abuso y proteger la seguridad nacional. En esa línea, la administración federal indicó que el parole debe volver a aplicarse únicamente caso por caso, en conformidad con lo establecido por el Congreso.

El aviso oficial, que será publicado el 15 de diciembre en el Registro Federal, detalla el procedimiento para poner fin al programa. Cualquier extranjero que haya ingresado bajo el parole FRP y cuyo beneficio no haya expirado antes del 14 de enero de 2026 verá terminada su autorización en esa fecha, salvo que tenga una solicitud de residencia permanente (Formulario I-485) presentada y registrada —en formato físico o digital— antes del 15 de diciembre de 2025. En estos casos, el parole seguirá vigente hasta su fecha de expiración o hasta que culmine el proceso de evaluación del ajuste de estatus.

El DHS precisó que, si el Formulario I-485 es rechazado, el parole será cancelado de inmediato, obligando al extranjero a abandonar el país sin demora. La medida también extiende sus efectos al ámbito laboral: al finalizar el parole, se revocará de manera automática la autorización de empleo asociada. Las autoridades señalaron que cada beneficiario recibirá una notificación individual indicando la terminación de su permiso y de la autorización correspondiente.

La decisión afecta directamente a miles de familias que utilizaron este mecanismo para reunirse con parientes ya establecidos en Estados Unidos. El DHS, no obstante, insistió en que la integridad del sistema migratorio exige correcciones estrictas y que estos cambios representan un “retorno necesario” a políticas que consideran más coherentes con criterios de seguridad y control fronterizo. La administración añadió que continuará aplicando el parole humanitario en circunstancias excepcionales, pero únicamente bajo evaluaciones individualizadas y verificaciones exhaustivas.

Con el cierre de los programas FRP, diversas organizaciones de defensa de inmigrantes anticipan un incremento en la presión sobre quienes no logren regularizar su estatus antes de las fechas establecidas. Mientras tanto, el gobierno federal mantiene su postura de que la medida es indispensable para preservar la legalidad del sistema migratorio y evitar abusos derivados de procedimientos de admisión considerados insuficientes.