Distintos gremios y entidades empresariales se han manifestado en contra de una posible remoción del actual directorio de Petro-Perú, presidido por Oliver Stark. La medida, que se rumorea podría ser impulsada por la presidenta Dina Boluarte, ha suscitado una fuerte oposición entre los sectores empresariales y expertos en la materia.

La Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) y la Cámara de Comercio de Lima (CCL) han expresado su desacuerdo con la posible sustitución del directorio. La Confiep argumenta que los posibles nuevos integrantes, como Pedro Chira, ya han tenido un desempeño deficiente en la compañía pública. Por su parte, la CCL hizo un llamado a detener la decisión, advirtiendo que el cambio podría frenar el sinceramiento de la situación financiera de la estatal y poner en riesgo las finanzas públicas.

Jaime Dupuy, director ejecutivo de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), también se opuso al cambio, alegando que la remoción podría ser vista como un aval a la incompetencia y la corrupción. La decisión, según él, podría tener efectos negativos en la credibilidad del país para resolver sus problemas de deuda pública.

El Partido Popular Cristiano se sumó a las críticas, afirmando que la remoción del actual directorio sería "darle la espalda" a la empresa pública y sus esfuerzos por abordar el sobreendeudamiento. También se cuestionó la posible falta de meritocracia en el proceso de cambio, lo que podría desincentivar a los funcionarios.

Arturo Vásquez, director de Investigación en Gerens, subrayó que un cambio abrupto podría llevar a problemas mayores que un simple retroceso en la reestructuración de Petro-Perú. Explicó que esto afectaría negativamente la calificación crediticia de la empresa y podría resultar en una mayor solicitud de apoyos económicos.

Por otro lado, Pedro Gamio, miembro del directorio de Petro-Perú, advirtió que optar por la quiebra de la empresa implicaría demandas contra el Estado y afectaría la calificación de riesgo país. Sugirió que la empresa necesita una ayuda financiera de alto nivel para recuperar su credibilidad y estabilidad.

La controversia en torno a la posible reestructuración del directorio de Petro-Perú sigue generando debate y tensión en el ámbito empresarial y político, con importantes implicaciones para la gestión y futuro de la compañía estatal.