La falta de estabilidad en el gabinete ministerial del Gobierno de Dina Boluarte ha generado preocupación en los gremios empresariales, quienes ven con escepticismo los constantes cambios en las carteras y la falta de políticas a largo plazo.

Tras la reciente renovación del gabinete, que incluyó cambios en seis ministerios, los representantes de empresas e inversionistas expresaron su preocupación por la falta de sostenibilidad de las políticas que puedan implementar los nuevos ministros. Se percibe que estos cambios son reacciones momentáneas en lugar de soluciones a los problemas sectoriales.

La ausencia de una respuesta clara de la presidenta Boluarte respecto al Caso Rolex también ha contribuido a socavar la confianza corporativa. La incertidumbre sobre la dirección política y la falta de una estrategia clara a largo plazo han llevado a cuestionamientos sobre la capacidad del gobierno para impulsar un ambiente favorable para los negocios.

En particular, el nombramiento del cuarto ministro de la Producción ha sido objeto de críticas, señalando la necesidad de una mayor estabilidad y coherencia en las políticas gubernamentales para restaurar la confianza empresarial en el país.