Internacional

Medio estadounidense revela que el chavismo financió con millones de dólares a Black Lives Matter

Publicado el 22 de octubre de 2025

Un informe del Washington Examiner denunció que el régimen de Nicolás Maduro, y antes el de Hugo Chávez, financió con más de 20 millones de dólares al movimiento estadounidense Black Lives Matter (BLM) como parte de una estrategia para influir en la política interna de Estados Unidos.

 

Según el medio, esta operación formaría parte de una red más amplia mediante la cual el chavismo, junto con regímenes aliados como Irán, Cuba y China, apoya a movimientos radicales de izquierda con fines de desestabilización.

 

El reporte cita el testimonio de un exalto funcionario venezolano que desertó del régimen y colabora con las autoridades estadounidenses. El exfuncionario aseguró haber presenciado en 2012 una reunión en el Palacio de Miraflores donde Hugo Chávez entregó a Opal Tometi —una de las fundadoras de BLM— maletas con dinero en efectivo destinadas a “exportar el proyecto revolucionario bolivariano” a las calles de Estados Unidos. En esa reunión también habrían participado tres activistas afroamericanas y el actor Danny Glover, conocido simpatizante del chavismo y el castrismo.

 

De acuerdo con el informe, la conexión entre Chávez y los movimientos de izquierda norteamericanos se remonta a 2006, cuando el entonces presidente venezolano convocó desde el Foro Social Mundial de Caracas a crear una red continental de activismo antiestadounidense. Ese llamado derivó un año después en la creación del Foro Social de Estados Unidos (USSF), espacio donde coincidieron futuras fundadoras de Black Lives Matter como Alicia Garza y Patrisse Cullors. Garza reconoció posteriormente que su participación en ese foro fue decisiva para la formación política que dio origen al movimiento.

 

El medio señala que la relación entre BLM y el chavismo se mantuvo activa incluso después de la muerte de Chávez. En 2015, Opal Tometi invitó a Nicolás Maduro a un evento en Harlem, Nueva York, y participó como observadora electoral en Venezuela, donde firmó un manifiesto de apoyo a la “revolución bolivariana”. El informe sostiene que durante esos años, Caracas habría canalizado fondos hacia organizaciones estadounidenses afines mediante redes de cooperación política y cultural bajo el pretexto de “intercambio solidario”.

 

Según el Washington Examiner, con el debilitamiento de BLM en los últimos años, el régimen de Maduro habría desplazado su estrategia hacia nuevos movimientos radicales como Antifa. Entre 2024 y 2025, Venezuela organizó varios encuentros internacionales antifascistas con la participación de activistas de más de un centenar de países, buscando mantener su influencia ideológica en el exterior.

 

El reportaje concluye que este financiamiento no solo tuvo un propósito político, sino también operativo, al formar parte de un esfuerzo sostenido del chavismo por proyectar su modelo revolucionario fuera de sus fronteras. Estados Unidos, según el informe, evalúa endurecer sus medidas contra funcionarios venezolanos implicados en estas operaciones, al considerar que representan una amenaza directa a su seguridad nacional.

 

 

 

Fuente: CanalB

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