Música para …
Educación, disciplina y sociedad
Por Carlos E. Gálvez Pinillos, expresidente de la SNMPE
No nos queda ninguna duda de que, en el Perú, tenemos un serio problema de falta de educación y de disciplina. Estas calidades, que normalmente se siembran en el hogar, se han dejado sin atención por décadas; normalmente por ignorancia, incapacidad intelectual y escasez de recursos de los padres. En las áreas rurales, muchos padres tienen hijos, bajo el concepto de contar con fuerza física y mano de obra gratuita para las labores del campo y, cuando se trasladaron a las ciudades, no se corrigió el concepto.
Otro factor negativo, es el crecimiento poblacional descontrolado, por embarazos no deseados y, la consecuencia natural ante la limitación de recursos económicos, es el desinterés por la educación, la falta de dedicación a los hijos y la consecuente falta de disciplina, lo que configura un problema social.
Debemos buscar soluciones y apelar a todos los medios a nuestro alcance para resolver el problema, ya que, pasada la primera infancia, debe manejarse como el tratamiento de una enfermedad.
La pregunta es ¿por dónde empezar, cuando llegan niños a las escuelas, sin ningún estímulo inicial y algunas disfuncionalidades de conducta?
Varios estudios concluyen que, nuestro mejor aliado es la música, porque ella influye en el desarrollo emocional, espiritual y corporal del ser humano. Según la Revista de la UPCH, la música estructura la forma de pensar y trabajar, ayudando al individuo al aprendizaje de las matemáticas, lenguaje y habilidades espaciales.
A través de la música, los niños pueden explorar una amplia gama de emociones y aprender a expresar sus propios sentimientos. La música activa la región creativa del cerebro y eso, impulsará a desarrollar más la imaginación:
De hecho, el Hospital Universitario de Torrejón facilita a sus pacientes internados en UCI, sesiones de musicoterapia personalizada, con efectos muy positivos.
Todo esto tiene especial importancia en la etapa de educación sensorial de los niños, debido a que, es a través de los sentidos y las sensaciones como el niño empieza a interactuar y a desarrollar su pensamiento, descubriendo y aprendiendo.
La música y especialmente las canciones infantiles, potencian el desarrollo auditivo, sensorial, del habla, motriz y social. Todos estos beneficios se logran a través del oído, la alfabetización, la expresión corporal y emocional del niño. Según la Revista Iberoamericana para la investigación y el desarrollo educativo, las canciones infantiles, son una forma de transmisión de conocimiento con mensaje lúdico.
Entre los beneficios de la música en la educación tenemos:
El ideal es desarrollar coros y orquestas juveniles e infantiles, pues eso mejora las relaciones interpersonales y permite prevenir situaciones de violencia.
El beneficio social de la práctica musical en la educación básica, se refleja en el estímulo del pensamiento abstracto, en que se estimula la perseverancia. La práctica continua permite alcanzar sonidos ideales que nos causan satisfacción. En lo emocional, permite mejorar el aprecio por uno mismo, lo que deja huellas de bienestar y entusiasmo en el individuo.
Parece mentira, pero la música impacta desde la formación del niño en el vientre materno y, esa ventaja debemos estimularla de manera continua, con actividades de canto en la etapa pre-escolar y primaria, en la casa, el colegio y en el entorno familiar.
La educación musical como práctica de conjunto y, no únicamente como aprendizaje individual de un instrumento, fortalece las habilidades sociales. Este aprendizaje colaborativo es un estímulo para la enseñanza, puesto que se generan sentimientos placenteros en los estudiantes, que el profesor puede canalizar y aprovechar.
En nuestro país, Juan Diego Flórez ha tenido la maravillosa iniciativa de organizar “Sinfonía por el Perú” y, está en el proceso de desarrollar un ecosistema musical. A la fecha, esta organización ya cuenta con 6,400 niños y adolescentes muy entusiastas, 30 de los cuales acaban de ganar el primer puesto del “Concurso Internacional Summa Cum Laude 2024” en Viena y continúan en una gira competitiva en Austria.
Debemos convencernos, que potenciar y multiplicar iniciativas de este tipo, nos ayudará a corregir carencias educativas y de disciplina entre nuestros jóvenes. En ese sentido, debemos facilitar que el mayor número posible de músicos se incorporen a los programas de educación en colegios públicos y privados. Y, para eso, debemos de eliminar barreras burocráticas de acceso a la educación musical, permitiendo que, el título profesional en cualquier rama de la música, pueda habilitar para trabajar como docente de música en cualquier institución educativa privada y pública.
El Perú necesita más educación y disciplina y, debemos utilizar la música y todos los recursos a nuestro alcance.
Fuente: CanalB
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