Por Fernando Calmell del Solar, publicado en Expreso

Mientras los emprendedores quieren prosperar, mientras los estudiantes quieren estudiar, mientras los trabajadores quieren trabajar, mientras las familias quieren progresar y el país quiere mejorar, existe un grupo conformado por esos, sí, los mismos de siempre, que a lo único que se dedican es a serrucharnos el piso. Creo que, en ningún país del mundo, salvo Venezuela, Colombia, Brasil, Chile y, claro, Corea del Norte, existen tantos serruchadores de la esperanza como en el Perú.

Ahí están, dando batalla para mantener el control, creando conflictos políticos que siguen debilitando al país, tratando a toda costa de seguir lucrando y persiguiendo las ideas desde un sistema judicial que está definitivamente podrido. Son una verdadera plaga que pretende arrasar con todo a su paso con tal de aumentar su poder y sus cuentas bancarias. No les importa nada: ni la esperanza de los peruanos, ni el desarrollo, ni la salud, ni la educación, ni la tranquilidad de la gran familia peruana.

Veamos: mientras los mismos de siempre se siguen peleando por el poder, la realidad de los peruanos es la siguiente: hoy, el 87 % de los peruanos se siente inseguro por el solo hecho de salir a la calle. Solo una de cada diez mujeres se siente segura. Que solo uno de cada diez peruanos confía en los fiscales y los jueces. Que el 75 % de la población considera que la delincuencia ha aumentado, y solo medio peruano de cada diez considera que ha disminuido. Fijo que estos medios peruanos deben ser los jueces, fiscales y procuradores. 

Y mientras nos matan, nos secuestran y nos extorsionan, esta banda de jueces, fiscales y procuradores, con el apoyo de la prensa caviar y sus ONG, se sigue peleando por sus espacios de poder.

Queda clarísimo que el problema no era la nueva ley; el problema real, absolutamente real, son ellos. Ya los conocemos, ya sabemos quiénes son, y desde aquí les digo a todos ellos que vayan haciendo sus maletas porque les queda poco. 

Muy pronto, estoy seguro, nos encontraremos con un peruano de verdad, con un peruano que quiere a su patria, con ese patriota que tomará las riendas del país. Y ese día, se les acabará la fiesta a todos los caviares, a todos estos fiscales, jueces y procuradores que han transformado el sistema judicial peruano en un tacho de basura. 

El cambio de ciclo ya viene, y viene con todo.