Escrito por Juan Carlos Suttor, publicado en el blog Sin Pelos en la Lengua

 

Las últimas dos semanas, para quienes tenían alguna duda, dejaron muy en claro que la señora Dina Boluarte, presidente del Perú por accidente, es una incapaz, una inepta y una inmoral, porque hay que ser inmoral para aceptar un puesto para el que no se está calificado. Ella nos ha dejado muy en claro quién preside este país. Sí, quien manda es el prófugo Vladimir Cerrón, de quien ella fue cajera en la campaña del 2021 y que seguramente tiene muchos chanchullos que no quiere que se conozcan y por eso lleva casi un año sin ser capturado.

 

Como peruano, me siento avergonzado de tener a esta impresentable como presidente.

 

Recapitulemos los acontecimientos de las últimas dos semanas:

 

En primer lugar, está la destitución del hoy exministro de Relaciones Exteriores, Javier González-Olaechea, el mejor ministro que ha tenido el Perú en muchísimos años, con un índice de aprobación de 48%, superior a la suma de aprobaciones, de la presidente, de su irritable primer ministro y del resto del gabinete.

 

¿Motivos para su destitución? ¿Será que a la señora y a su mascota, Gustavo Adrianzén y quien espero que esté vacunado contra la rabia por sus ataques de histeria, les molestó la encuesta que puso a Javier González-Olaechea con 48% de aprobación? ¿Será que el pronunciamiento del excanciller en la reunión de la OEA no le gustó a Vladimir Cerrón por ir en contra de Nicolás Maduro y ponía al Perú en una posición de liderazgo regional y mundial? ¿Será por la posición de auditar a las ONG y que el desgraciado Gustavo Gorriti haya movido a todas sus influencias? Ojalá algún día sepamos la verdad.

 

¿La destitución de la señora Hannia Pérez de Cuéllar? No diría que una ministra escudera como tantas veces hemos visto, pero si leal, que estaba haciendo las cosas bien para reconstruir un ministerio podrido por la corrupción, enfocada en el tema del agua. ¿Qué pasó? ¿Quién ordenó su injusta destitución? ¿Vladimir Cerrón? En todo caso, la deslealtad de la presidente quedó evidenciada.

 

¿Qué pasó para que ese infeliz de Gustavo Adrianzén que tenemos de primer ministro haya decidido dar marcha atrás y desconocer a Edmundo González como legítimo presidente de Venezuela? ¿Órdenes de Vladimir Cerrón tal vez?

 

¿Cómo se explica el nombramiento del ministro Durich Whittembury en el ministerio de Vivienda, vinculado con el exministro Geiner Alvarado, hoy con prisión preventiva por obras inconclusas, millonarias pérdidas y pagos ilegales de Odebrecht? ¿Órdenes de Vladimir Cerrón otra vez?

 

¿Por qué la falta de interés en las investigaciones sobre el uso del auto presidencial, "el cofre", para proteger a Cerrón? No tengo duda de que aquí hay gato encerrado.

 

La estúpida declaración de la presidente acerca de la renuncia del Directorio de Petroperú: "Tenemos que nombrar a funcionarios en ese directorio que amen al país y que trabajen en generar soluciones y oportunidades para resolver los problemas actuales (...)". Y yo me pregunto, ¿Qué es amar al país para la inepta presidente? En el caso de Petroperú, ¿Mirar al techo sin tomar alguna decisión? ¿Seguir tirando a la basura el dinero que pagamos todos los contribuyentes? Nuevamente, ¿Habrá sido alguna orden de Vladimir Cerrón?

 

También dijo nuestra mediocre presidente, con 6% de aprobación, “No vamos a privatizar Petroperú. Es la única empresa que abastece de combustible a zonas como Purús y Güeppí, donde las empresas privadas no llegan". ¿A esta ignorante no le han dicho que en Purús y Güeppí no existe la presencia del Estado y que más parecen territorios colombianos o brasileños, respectivamente? ¿La señora sabe si en Purús se habla más español o portugués? ¿La señora sabe a qué escuelas van los niños de Purús? Yo le sugeriría a esta pobre mujer se reúna con el Almirante Carlos Tubino para que le cuente un poco de lo que es Purús.

 

Mientras todo esto sucede, la delincuencia sigue incrementándose. Cada día vemos más personas asesinadas, más robos, más sicariato, más PYMES que cierran por el pedido de cupos. ¿Y qué hace el gobierno de la señora Boluarte? ¡Absolutamente nada!

 

Aparte de que se nos viene un incremento de inmigrantes ilegales venezolanos (ya tenemos 1,8 millones), debido a la dictadura de Nicolás Maduro, ahora nos toca la diáspora boliviana que, por causa de sus problemas con el gas, la escasez de dólares y las pésimas políticas del dictador Evo Morales, podrían traernos a un millón de aymaras. ¿Y qué hace el gobierno de la señora Boluarte para prevenir este éxodo? ¿Visas? ¿Refuerzo de las fronteras? No, no hace absolutamente nada.

 

La señora Boluarte pasó de ser funcionaria de 3er nivel del RENIEC y presidente del club Apurímac —un club muy importante y exclusivo sin duda—, a ser presidente del Perú y con eso tuvo acceso al avión presidencial, a hoteles de 5 estrellas, a alfombras rojas, Rolex, joyas y un sinfín de gollerías que jamás se imaginó pudiera tener. Ojalá nunca escuchemos que la presidente se llevaba los jabones o las batas de las habitaciones de los hoteles en que se alojaba.

 

En fin, la señora ha solicitado permiso para viajar a Estados Unidos del 21 al 26 de setiembre con motivo de la reunión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas. ¿Para qué? ¿Qué puede aportar una persona ignorante que ni siquiera habla inglés?

 

Señora, ¿Cuántas postas médicas y colegios podrían construirse con el dinero que se van a gastar usted y todo su séquito en este viaje? ¿O con los US$ 750 millones que le van a inyectar a Petroperú, una empresa quebrada.

 

Señora, en el ámbito mundial, usted es un cero a la izquierda, y hasta en el ámbito latinoamericano diría. ¿Cuál será su gran aporte en esta reunión?

 

Presidente, discúlpeme la franqueza, pero yo creo que usted es tan tonta, que ni siquiera sabe que es comunista.

 

Ni siquiera quiero pensar en el tema de seguridad que será la reunión del APEC en noviembre de este año.

 

PD.- A favor de la presidente debo reconocer y aplaudir el que haya dispuesto que el expresidente Alberto Fujimori reciba todos los homenajes y duelo nacional que corresponden a un jefe de estado.