Por Martha Meier M.Q., publicado en Expreso

En  Perú, las feministas y el resto de activistas de lo que sea, siempre que les paguen, y las oenegés zurdas han entrado en pánico por el cierre de USAID. Ocurre que gran parte de sus cómodas vidas estaba financiada por dinero proveniente de los contribuyentes estadounidenses. ¡Lloren!

USAID es la agencia gubernamental encargada de organizar y proveer la cooperación internacional estadounidense. Fue creada por el presidente John F. Kennedy, en 1961, para centralizar la ayuda internacional de su país. Y es considerada una de las mayores entidades de ayuda bilateral del planeta, con presencia en cien países (solo en 2023 distribuyeron más de cuarenta mil millones de dólares).

Lamentablemente, el sueño de JFK de que USAID promoviera el crecimiento económico, la democracia, los derechos humanos y la salud en el ámbito global quedó en el olvido. Aquella entidad nacida de la bondad se convirtió en una perversa fuente de financiamiento de la propaganda contra el capitalismo occidental y de actividades contrarias a los intereses nacionales, internos y externos, de los Estados Unidos, como brindar alimentos “a combatientes de Al Qaeda en Siria”, además de entregar cientos de millones de dólares para “financiar canales de riego, equipos agrícolas y fertilizantes para el cultivo de amapolas y la producción de heroína en Afganistán, en beneficio de los terroristas talibanes”.

Además, Elon Musk, jefe del recientemente creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), detectó millonarios gastos absurdos de USAID. El presidente Trump la considera como un mero ‘nido de ratas’ y un gastadero de recursos en vano.

Al otro lado del mundo, en Hungría, el primer ministro Viktor Orbán sostiene que “el mundo le debe una deuda de gratitud al presidente Trump por descubrir y poner fin a esta oscura conspiración”, refiriéndose a USAID.

El DOGE, liderado por Musk, realiza una auditoría general de los gastos del gobierno federal y ha salido a la luz la corrupción de la élite del partido demócrata, que ahora exige que Musk no siga dirigiendo ese departamento.

Mientras se desenmaraña qué tantos millones despilfarró esa agencia de cooperación, Marco Rubio, secretario de Estado, es el jefe temporal de USAID y afirmó que muchas de las funciones continuarán, pero la acusó de actuar como una entidad independiente financiando “programas contrarios a nuestra estrategia nacional”.

Uno de los grandes beneficiados por la malversación ha sido el especulador financiero y narco-promotor George Soros y su Open Society Foundations, con alfiles en el Perú como Gustavo Gorriti y su IDL Reporteros. Por décadas, Soros ha utilizado a gente vinculada a los medios en campañas de desinformación y manipulación favorables a la extrema izquierda de los países en desarrollo. El “filántropo” Soros recibió 260 millones de dólares para entrometerse en la agenda de los gobiernos de derecha, fomentar derrocamientos y el “marxismo cultural”.

Donald Trump prometió un gobierno eficiente, transparente y sin despilfarro, pues cada centavo pertenece a sus contribuyentes.