Por Augusto Cáceres Viñas

Hoy, cuando me invade el desánimo y la desesperanza, y observo el horizonte cubierto de oscuros nubarrones porque no veo que existan personas capaces de cambiar el destino de la patria que, deambula sin rumbo hace varios años; regreso sobre mis pasos, miro hacia atrás y me encuentro con la pujanza de algunos hombres, peruanos que amaron profundamente a nuestro Perú no hace “ni tantito ni tan poco”, y que tuvieron una profunda visión y se impusieron  una fundamental misión, que generó júbilo, entusiasmo y una multitudinaria esperanza. Es justo,  en ese momento, que miro lontananza y me encuentro con: 

• Victor Raúl Haya de la Torre
• Fernando Belaunde Terry 
• Luis Bedoya Reyes y 
• Alfonso Barrantes Lingan. 

Y mi desánimo desaparece, le cuento el porque. 

Todos ellos fueron peruanos brillantes que le profesaron un profundo amor al Perú. Los tres primeros fundaron los más importantes e históricos partidos políticos peruanos. Estos ilustres patriotas tuvieron una visión del PERÚ y se impusieron, cada uno de ellos, desde su particular concepcion política, ideológica y doctrinaria, una misión para imprimirle un rumbo a la patria. Vivieron para servir y sirvieron a la patria mientras vivieron. Demócratas por excelencia, probos, de una extraordinaria capacidad, y a la vez sencillez y modestia, cuyos ejemplos de vida austera y transparente están ahí para todos los peruanos. 

Por casualidades de la vida todos ellos confluyeron, en un momento, en el mismo periodo de tiempo, que les permitió conocerse e intercambiar posiciones, propósitos e ideales y transmitírselos a los peruanos de su época. 

Ninguno de los cuatro fue hombre de fortuna, ni formaron agrupaciones y uniones políticas utilizando el dinero como vehículo, instrumento u oportunidad para ser líder y obtener reconocimiento, ellos se entregaron con coraje, esfuerzo y sacrificio a sus ideales y fueron seguidos por millones de personas gracias a sus cualidades personales, intelectuales, políticas, don de gentes y sobre todo humildad. 

Cuando veo hoy lo que sucede en nuestro amado Perú y me invade el desánimo, desaliento y pesimismo al ver a los actuales políticos y dirigentes que son ídolos bañados en oro pero con pies de barro, volteo mi mirada a estos paladines del siglo XX, y ese sentimiento de pesadumbre desaparece, porque en nuestro PERÚ de hoy, existen cientos de miles de; Hayas, Belaundes, Bedoyas y Barrantes, no por apellido o parentesco, sino porque los buenos en este país somos muchos más que los malos y los capaces sobrepasamos largamente a los mediocres que han inundado, hoy,  la política y los partidos, y que las personas honestas y transparentes somos la mayoría de ciudadanos peruanos y que, los corruptos y delincuentes son una miserable y e execrable minoría, a la que debemos erradicar. 

Estos grandes peruanos están a la espera que tú, que eres como ellos le des una salida a los peruanos de este siglo, como ellos lo hicieron en el suyo. 

Toma una decisión y arriésgate por la patria. 

El Perú te necesita. 

Lima 19 de noviembre del 2023 
Augusto Cáceres Viñas