Política

El Tío Lucas: una rata a carta cabal, Juan Carlos Suttor

Publicado el 05 de diciembre de 2022

Escrito por Juan Carlos Suttor


No tengo duda de que la personificación de un ser rastrero, un lame suelas, sin dignidad, sin vergüenza, sin principios morales ni de ningún otro tipo, sin ética, sin respeto por su familia, es el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo y fiel escudero del investigado Pedro Castillo. Sin duda estamos hablando de Alejandro Salas.


Como lo muestra la foto que encabeza este artículo, esta rata, al igual que los lagartos, como Martín Vizcarra, pertenecen a esa especie de animales a quienes el país les importa un bledo y usan la política como medio para lograr sus objetivos personales.


Militante con licencia del "partido" Somos Perú (pertenecer a esa organización dice bastante más de él), fue nombrado ministro de Cultura en el mes de febrero y en agosto ministro de Trabajo. En ninguno de sus dos ministerios podría mostrar absolutamente ningún logro, porque lo único que hace este personaje es limpiarle el poto al presidente.


Antes de eso, la rata se paseó por diferentes municipalidades, como las de Lima, Rímac, Pueblo Libre, Breña, Jesús María, además de otras instituciones del sector público como SUTRAN y el Ministerio de Vivienda. Es decir, un experto en cómo desfalcar al estado, que hoy le lustra los zapatos al presidente y que sueña con ser primer ministro para terminar de concretar sus planes.


La rata tiene su buena collera de seguidores en el Consejo de ministros y ahí están las porquerías de la misma premier Bettsy Chávez o Elena Iparraguirre v2.0, Félix Chero, Roberto Sánchez o Kelly Portalatino, esta última, totalmente descalificada para el puesto de ministra, quien, además promueve una marcha contra el COVID-19, es decir, ¡Marchemos juntos! ¡Sigámonos contagiando!


Estimado lector, le pido disculpas si usted siente que he expresado alguna animadversión o sentimiento en contra del ministro Alejandro Salas, o que estoy escribiendo con el hígado. ¡Nunca tanto!


Pero si me entendió bien, es que estamos de acuerdo en que este HdP de Alejandro Salas en algún momento tendrá que pagar. Que sus hijos se avergonzarán de su padre y que él, jamás, obtendrá un trabajo en una institución decente.


Alejandro Salas, por tu bien y el de tu familia, ojalá que te atropelle una combi, es lo más honroso que podrías demostrar en tu cochina vida.

 

 

 

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