Política

Erasmo a estribor

Publicado el 02 de febrero de 2024

Entrevista de Carlos Cabanillas, publicado en Cosas

 

Sobre su catamarán, Erasmo Wong aconseja al Gobierno un golpe de timón mientras atraviesa las procelosas aguas de la política peruana. El reconocido empresario reflexiona sobre el presente y futuro del Perú, y advierte los retos de la aún desunida oposición frente a la tormenta perfecta de 2026.

 

“El amor a mi país es el motor de todo y mi única inspiración ideológica”, explica Erasmo. “De allí se desprende todo. La defensa de la democracia no es por un momento. Permanentemente la acechan peligros”. El empresario lideró la oposición al candidato y luego presidente Pedro Castillo. Se compró el pleito como pocos. El tiempo (y el golpe) le dio la razón. Hoy, contra viento y marea, vuelve a lanzarse al agua capitaneando su canal, esa temeraria nave de los locos llamada Willax. Erasmo sale a la proa a ver el horizonte. Dirige a la tripulación y cuida cada detalle de su embarcación. Es meticuloso, bromista y serio. Todo a la vez. Es el gran timonel, pero sin alusión a Mao. No teme ir contra la corriente. Su padre solía pescar de todo. Menos caviar. Y aunque no suele dar entrevistas, ahora convoca a la unión de los peruanos demócratas con miras a la marejada que se viene.

 

¿Qué mensaje daría a los peruanos?

 

Cuando la democracia peligra, es importante salir al frente. Ante ello no se puede ser indiferente. Y la democracia peligraba rotundamente en tiempos de Pedro Castillo. Y hasta ahora la amenazan otros factores, como la delincuencia organizada. No se puede desmayar. Si pudiera dar un mensaje, este sería aquel que nos lleve a una unidad real, no ficticia. El Perú no puede seguir polarizado. Debemos buscar aquellos puntos comunes que nos unen. Y si hay diferencias, establecerlas civilizadamente. Debemos dejar esta política del antagonismo y del odio.

 

¿Siente que algunos partidos y políticos se pusieron de lado o quisieron domar al monstruo desde adentro?

 

Para nadie es un secreto que vivimos no solo una crisis de partidos políticos, sino también de liderazgos. Mi función es generar las condiciones para que se retomen los atributos nobles de la política. La conversación civilizada, la discusión alturada, la consecución de un programa que sirva para el bienestar de todos los peruanos. Cuando hablo de la necesaria unidad, lo hago pensando en que en las próximas elecciones probablemente compitan cerca de cuarenta partidos. Ir divididos sería darle una victoria anticipada a los partidos de izquierda radical. No podemos seguir así.

 

A poco más de un año del golpe de Estado de Pedro Castillo y su consecuente vacancia, ¿cuál es su balance y reflexión?

 

Que hay que aprender la lección. El Perú, y no es una exageración, estuvo a punto de caer en una maquinaria comunista que tenía como objetivo apropiarse del país para su beneficio. La corrupción generalizada y la destrucción de las instituciones y elegir a los peores para gobernar fue algo que caracterizó el corto periodo de Pedro Castillo. Nosotros, desde antes que asumiera el Gobierno, lo advertíamos. Muchos no nos hicieron caso, Sin embargo, insistimos en esa búsqueda de tratar de abrirle los ojos a la gente. Al final, el tiempo nos dio la razón, pero pudimos librarnos de él. Sin embargo, la lucha por la defensa de la democracia continúa.


¿Cómo deberíamos los peruanos recordar todo lo que sucedió durante ese Gobierno para que nunca más vuelva a suceder?

 

Son las consecuencias de votar en contra de alguien, impulsados por el odio y por la manipulación de personas que descalifican a quienes piensan distinto que ellas. El Gobierno de Pedro Castillo fue uno de destrucción institucional y de gigantesca corrupción. Uno que no dudó en intentar un golpe de Estado cuando se vio descubierto. Eso no lo debemos olvidar.

 

Willax fue uno de los pocos medios que advirtieron lo que sucedería. Estaba anunciado en el plan de gobierno y en el entorno de Pedro Castillo. ¿Por qué cree que muchos eligieron no ver o no creer?

 

A veces pienso que una de las malas costumbres que afectan a nuestro país es el de la política del avestruz. El negarnos a aceptar, a ver lo evidente. Era obvio que muchos no querían ver la realidad tiránica que representaba Pedro Castillo, con su insistencia en cambiar la Constitución y la destrucción institucional. Por eso decidimos salir al frente en el combate de las ideas, a señalarle al país que nuestro destino era Cuba o Venezuela si es que no hacíamos algo. Fue difícil comprobar que hasta el final Pedro Castillo tuvo aliados que lo ayudaban en ese propósito. Pero triunfamos. Y en ese sentido, Willax jugó un rol importantísimo que ahora la ciudadanía le reconoce y la historia validará.

 

Permitimos que un partido con un ideario golpista como Perú Libre se inscribiera. Y hemos repetido el error dejando que Antauro Humala inscriba su proyecto totalitario. ¿Por qué?

 

Porque no aprendemos la lección. La democracia debe ser más rigurosa. Muchas veces nos preocupamos de la puerta de salida de los fascinerosos y no elevamos la valla en la puerta de ingreso. Nuestros organismos electorales deben ser más exigentes en cuanto a sus decisiones.

 

¿Le han propuesto hacer política partidaria?


Conformé la Asociación Frente Democrático, que no es un partido político, sino un grupo muy pequeño de personas de buena voluntad y de diversos ámbitos que cree en la necesidad de luchar por la democracia y la libertad sobre la base del debate de ideas en diversos medios de comunicación, en plazas, mítines y marchas. Con pintas e instrumentos como conferencias, entrevistas, eventos y trabajo en redes. La formación de opinión y la comunicación política es muy importante.

 

¿Es cierto que usted casi no habla con los periodistas y talentos de su canal?


Siempre ha sido mi línea, no solo en Willax, sino en mi vida empresarial. Hablo lo necesario sin llegar a dictarles jamás una línea editorial o de opinión. En ese sentido, me divierten las afirmaciones irresponsables de que doy la línea periodística a mis colaboradores. Eso es, inclusive, una falta de respeto a ellos.

 

Algunos criticaban que en Willax todos los conductores opinaban igual. Pero ahora hay muchas opiniones distintas, incluso enfrentadas.


Es parte del clima de pluralidad existente, y que podría asombrar a algunos. Lo comprendo. En Willax no tenemos ni habrá una instancia calificadora de las opiniones de sus periodistas. Forman parte de nuestra familia distinguidos personajes de prensa con muchos años de experiencia y trayectoria. Por ello, les damos plena libertad para expresar sus opiniones sin cortapisas.


Entiendo que otros exbroadcasters y dueños de canales de TV lo han llamado para felicitarlo. Baruch Ivcher, por ejemplo. ¿Qué ejemplos televisivos de otros países le gustan?


Agradezco mucho a quienes me han llamado para manifestarme su aprecio y felicitación. Es algo que obviamente me congratula, pero que me lleva a actuar con mayor responsabilidad, teniendo los pies bien puestos sobre la tierra.
Se voceaba que compraría otro canal, Panamericana. Y también Universitario de Deportes.


En el ámbito empresarial siempre habrá trascendidos y rumores, y hay que saber procesarlos. Lo que te puedo decir es que, para mí, cualquier iniciativa empresarial la tomo con mucha responsabilidad y seriedad, y está en un esquema estratégico.


DE DINA A DINA


¿Qué piensa de lo que ha ocurrido en la Fiscalía de la Nación con el caso de Patricia Benavides?


En el Perú, es impresionante cómo se aplica la doble medida. Si se trata de un amigo o amiga de la izquierda, pues se exige el debido proceso. Si no es un amigo, se le puede suspender de inmediato, sin pruebas concretas, sobre la base de informes periodísticos y de manerasumaria.Todoelloespartedeundescalabroinstitucional que no puede continuar. La justicia debe ser igual para todos. Cualquier ciudadano merece gozar del derecho del debido proceso.


¿Qué le suscita el indulto a Alberto Fujimori?


Alberto Fujimori encontró un país en escombros en 1990, en una gravísima crisis económica y social y agobiado por el terrorismo. Lo reconstruyó, y eso es un hecho concreto. Luego de estar dieciséis años preso, el presidente Kuczynski le concedió un indulto que ha sido ratificado por todas las instancias jurídicas locales. Eso es lo importante. Merece pasar sus últimos años en su hogar. Al igual que la inmensa mayoría de peruanos, me satisface que se encuentre en libertad.


Su lucha contra la subversión no es de ahora, sino desde los ochenta. Había seguridad especial en los locales de Wong. Allí nació su frase: “Optimismo”.


Estoy muy orgulloso de nuestra actitud en esos momentos. La palabra “Optimismo” funcionó como un elemento integrador del país y fue una valiosa herramienta en la lucha contra el terror. Fue una forma de dar el ejemplo y funcionó. En los peores momentos, cuando la situación económica se hacía insostenible y el miedo y el terrorismo nos tenían casi cercados, nos sobrepusimos con firmeza y con una actitud, la del optimismo. Había que defendernos. No teníamos miedo. Y sin bajar la guardia, había que seguir invirtiendo por nuestro país.


¿Cómo salir de esta recesión y reactivar la economía?


La recesión, que amenaza con continuar, es consecuencia directa de la falta de confianza de los inversionistas privados. La inversión privada prácticamente está paralizada. Y para movilizarla se requiere de un shock de confianza que debe empezar por medidas concretas, personas capaces al frente de los ministerios y un esfuerzo serio por disminuir el ruido político.


¿Qué consejo o sugerencia le daría al Gobierno, que parece tener un problema de confianza para atraer las inversiones?


El Gobierno no tiene una bancada en el Congreso. Ello debe llevar a la presidenta a elegir un gabinete ministerial de primer nivel. Ya es momento de renovarlo, de manera urgente, pues es una especie de válvula de escape para las exigencias ciudadanas. Se debe hacer un gran esfuerzo para tener un gabinete de nivel, profesional y político. En el país hay personas capaces. Es cuestión de convocarlas.


Erasmo Wong recuerda su larga relación con Dina. Pero no se refiere a la presidenta, sino a la hermana de su madre, quien ayudó a criarlo y acaba de fallecer a los 103 años. “Dina no es un nombre común. Nuestra tía Dina era como nuestra segunda madre. Nos crió a todos los hermanos. La recuerdo con mucho cariño”.


¿Cómo fue su educación y cómo recuerda esa etapa?


Antes había la sana costumbre del almuerzo familiar diario. Era un momento de diálogo, y allí recibíamos de nuestros padres sus consejos y enseñanzas. Recuerdo que el kínder lo hice en el colegio San Patricio, que era como un nido, en el cual al ver mi rendimiento me subieron a Transición. De allí pasamos al colegio San Erico, cuyo nivel de exigencia era muy alto. Lamentablemente, terminado el segundo año desapareció, por lo que me matricularon en el Lincoln. Allí, sin estudiar mucho, era el primer puesto, lo que no le gustó nadita a mi papá. Por eso nos cambió al colegio San Andrés. Una de las cosas que más recuerdo es que mi papá no quería que estudiáramos en el dormitorio ni en la sala de la casa, por lo que instaló un aula con pizarra y seis carpetas, pues éramos seis hermanos. El ambiente nos facilitaba concentrarnos en el estudio y las tareas.


¿Qué lecciones y anécdotas recuerda de Erasmo Wong Chiang?


Mi papá llegó al Perú cuando tenía 11 años. Tengo en mente muchas anécdotas de él. Era una persona muy sana y trabajadora. No tomaba ni fumaba y estaba completamente dedicado a su familia. Éramos conscientes de que nuestra ubicación en Orrantia, en San Isidro, era básicamente por el negocio, pues dicha zona era muy residencial y nosotros teníamos una condición económica diferente. Sin embargo, jamás sentimos algún tipo de distinción o discriminación. La gente nos apreciaba.


Estudió piano, acordeón, taquigrafía, mecanografía. Y jugaba fútbol con el club de Los Halcones Negros. Era mediocampista.


Así es. Mi papá fue una persona muy exigente con nosotros.


Estricto, ordenado, puntual y de muy buen gusto para comer. Nunca nos permitía que estuviéramos ociosos. Todo tiempo libre había que convertirlo en tiempo útil. Entonces, nos mandaba a estudiar piano, a aprender una habilidad, a practicar deporte. Estudié seis años piano y tres años acordeón. Tal vez por ello impulsé y formé el Patronato Peruano de la Música, por mi vocación musical.


Cuando terminó la carrera, ¿cuál fue su primer trabajo?


Estudié Ingeniería Civil en la Universidad Nacional de Ingeniería. Mientras estudiaba, formé con mi hermano Edgardo un negocio avícola. Comenzamos con una pequeña granja y llegamos a tener más de quince. Nos iba bien, ya conocíamos mucho la industria y habíamos adquirido experiencia. Así que entre dedicarme a la construcción empezando de cero o al emprendimiento avícola, opté por lo segundo. Desarrollamos negocios en toda la cadena. Es decir, el engorde, la producción de alimentos balanceados, el camal para beneficiar las aves, la crianza de reproductores de calidad, las tiendas mayoristas, los sistemas de reparto y también las tiendas minoristas para el gran público. Llegamos a ser los más grandes en la industria a nivel nacional.


FIRME Y FELIZ POR LA UNIÓN (AL 2026)


Es tal vez el empresario más admirado. ¿Cómo inculcar a los demás el amor a la patria? ¿Cómo hacer que se involucren en los problemas del país?


Agradezco mucho eso de ser tal vez el empresario más admirado. Reitero: mi posición siempre ha estado en función de lo que requiere mi país. No es una exageración decir que, si uno ama al Perú, lo demás cae por añadidura. Ese es el consejo. Tomen decisiones pensando en el bienestar de nuestro país.


¿Cuáles son las futuras amenazas que deberá enfrentar el país?


Es cierto que el horizonte se ve complicado con tantos partidos inscritos que van a hacer de la próxima jornada electoral algo muy confuso. Mi deseo es forjar una plataforma programática, una agenda muy precisa de cosas que hacer por el país, y, a partir de allí, impulsar la unidad de todas aquellas personas que piensen igual. Allí recién, en ese momento, podríamos hablar del casting electoral, de quién es el mejor para representar e impulsar ese programa. Primero las ideas, luego la unidad, después el candidato.


Ya en La Molina, visita su establo. Tiene seis yeguas, una potranca y un capón. Algunos de sus caballos de paso han ganado concursos. Saluda a Heredera, Herencia, Isolda, Felia, Delia, Joyita, Imperio y Guerrero. También a sus ponis Tomás, Orión y Speedy. Luego de las fotos, Erasmo habla de nuevo. Dice que no sabe qué es un broadcaster, “esa palabra gringa”. “¿Hacer política? No, cada uno en su rubro, en donde puede contribur más con el país. Bromea con el fotógrafo. No le gustan las personas con barba. En su canal, mandó poner un panel donde se explica que los barbudos no son de fiar. ¿Y Beto Ortiz? “Por eso, él oculta algo”, ríe, confirmando el regreso de su programa. “Lo único que está prohibido en Willax es prohibir”, aclara. Está a punto de empezar su "reunión de martes". Y él es muy puntual.


En 2021, muchos empresarios querían apoyarlo, pero por lo bajo.
A pesar que estaban de acuerdo con nosotros, al final no se concretó ningún tipo de apoyo. Lamentable.


Hubo mucha dispersión de voto en 2021.


Y lo habrá en el próximo proceso electoral, sin duda. Es muy desafortunado que el factor que polariza sea el antifujimorismo. Mientras haya esos odios, el Perú no va a funcionar. En la segunda vuelta hubo menos antifujimorismo. Pero aún así Keiko
perdió en elecciones cuestionadas. Definitivamente, Keiko debe replantear su estrategia y rodearse de gente muy capaz.


¿Por qué cree que hay tanto miedo a la política en el empresariado?


Se ha satanizado a los empresarios que se atreven a apoyar a algunos políticos. Mira como son los procesos electorales en Chile, Estados Unidos. Hay apoyo empresarial, empresarios con línea política. Aquí cualquier esfuerzo en ese sentido es malintencionadamente descalificado. Y en eso la izquierda ha jugado un papel que le ha hecho mucho daño al Perú.


Es un tema también de pensar en el país antes que...


Es fundamental diferenciar a los empresarios que piensan en el país de aquellos que solo piensan en sus intereses. En el Perú hay buenos empresarios, pero la relación política- empresarios se ha dañado con tanta calumnia, difamación, descalificación. Eso debe cambiar.


Al comienzo del gobierno de Castillo, Willax tenía poca publicidad. No se atrevían a poner anuncios.


Muchos empresarios creen que la publicidad puede ser un instrumento de manipulación. Es muy importante para una empresa de medios, y más bien deberían pensar en ser plurales, en ayudar a la formación y debate de ideas dando avisaje a los medios, de manera objetiva y plural.


Los empresarios siempre han influido en política, pero por debajo de la mesa. Usted lo hace públicamente. Esa transparencia no es muy peruana, pero es una nueva tendencia en medios.


Debo reconocer que es un riesgo, pero aún así la situación de mi país me obligaba a hacerlo, con coraje y decisión. De inmediato salió una contracampaña contra mí, afectando inclusive a mi familia. Pero el país está primero, y hay que saber en qué momento uno debe jugársela.

 

¿Qué piensa de Rafael López Aliaga, el alcalde de Lima?


Lima es muy compleja, tiene más de diez millones de habitantes y problemas de toda índole. Pero es como el Perú, es un problema y una posibilidad. Rafael es una persona muy bienintencionada,tienecapacidadgerencialylohademostrado, porque es un empresario exitoso, pero los problemas de Lima son muchos de carácter político. Creo, sin duda, que debería rodearse de gente con mayor experiencia política. Va a ser fundamental para lidiar con los múltiples problemas que tiene esta megaciudad que es Lima.


¿Qué piensa de Carlos Añaños?


Lo mejor de Carlos es que es una persona que se preocupa de la marcha del país, y eso ya es un aspecto positivo. También es un empresario destacado, pero si algo he aprendido de mi incursión en política es que es importante rodearse de gente con experiencia política. Querer ser presidente es una decisión muy compleja.


¿Qué tan difícil es lograr el consenso político?


Es muy difícil; en política, uno se enfrenta a egos y vanidades, perolovamosahacer.Todos los políticos aspiran a ser presidentes, pero deben reunir ciertas calificaciones, destrezas, capacidades. Allí haremos el esfuerzo, el Perú lo necesita.


¿El peruano se divide mucho?


Es impresionante la odiosidad existente. Es algo que a veces pareciera que está en nuestra forma de ser. Siempre el Gobierno que sale es perseguido. Todos los exgobernantes afrontan una serie de problemas al dejar el cargo. Eso desalienta a muchos.


¿Qué diría a los jóvenes que se van del país?


Másquedecirlesaellos,creoquedebemostrabajarintensamente para brindar un futuro a nuestra juventud. El Perú, desde 1990 hasta 2011, fue un país que creaba oportunidades para los jóvenes. ¿Qué ha pasado desde 2011 a la fecha? Hay que incorporarlos para que sean factor de cambio en el país.


¿Cómo recuperar el optimismo en estos tiempos?


No es complicado. Empecemos con acciones puntuales. Si tuviéramos un buen gabinete, un buen premier, generaría confianza, y sin duda retornaría la inversión. Ese es un primer paso fundamental. La verdad es que no entiendo por qué no se hace. De seguir igual, todo el mundo se va a ir. Los peruanos tenemos un temple impresionante. Hay que hacer las cosas bien, dejarnos de tonteras y unirnos. Ese mensaje que da el primer Congreso Constituyente era interesante... "Firme y feliz por la unión", hay que revalorarlo. "Yo no sé por qué estoy hablando en un video", advierte. "No megustahablaranteunacámara".Alterminar,letomaelpelo al camarógrafo. Y se despide, con una mezcla de picardía y seriedad.

 

 

 

Fuente: CanalB

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