Escrito por Juan Carlos Suttor
La corrupción en Perú no es un problema nuevo, probablemente es una institución que viene desde el virreinato o antes, pero ha cobrado una dimensión alarmante en los últimos años. Este flagelo se ha convertido en un cáncer que devora las instituciones del Estado, mina la confianza de la población y frena el desarrollo del país.
La corrupción, sin duda, es el principal problema del país según diversas encuestas, superando incluso a la delincuencia, la pobreza y el desempleo. El 46% de los peruanos la considera el problema más grave y un 82% cree que el crimen organizado ha penetrado en la política.
En el Perú, la corrupción se manifiesta en diversas formas, desde el pequeño soborno a un policía para evitar una multa hasta el tráfico de influencias a gran escala en las licitaciones públicas. Algunos ejemplos de los casos más sonados de malversación de fondos en los últimos años incluyen:
Todos estos casos están estancados, sin avanzar, producto de la misma corrupción en nuestro sistema judicial, especialmente en el Ministerio Público.
Pero también tenemos casos de sobornos, el 15% de los peruanos reportaron haber sido sobornados en el último año; tráfico de influencias, el 30% de los peruanos cree que es muy fácil o fácil obtener un favor a través de un contacto personal (vara o palanca) o compra de votos, pues 14% de los peruanos ha reportado haber sido presionado para votar por un candidato a cambio de dinero o favores.
La corrupción tiene graves consecuencias para el Perú. Entre ellas:
En los últimos años, se han hecho algunos pobres esfuerzos para combatir la corrupción. Se han creado nuevas instituciones y mecanismos, como la tan cuestionada Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios (Eficcop), a cargo de la también cuestionada fiscal Marita Barreto y su carnal Harvey Colchado, o la Comisión de Alto Nivel Anticorrupción, que nadie sabe qué hace o cuál es su contribución. También se han promulgado leyes inútiles para prevenir y sancionar la corrupción, como la Ley de Fortalecimiento de la Lucha Anticorrupción.
Lo cierto es que lo único que funciona es la sociedad civil y la prensa decente, que juegan un papel fundamental en la lucha contra la corrupción a través de la vigilancia ciudadana y la denuncia de actos de corrupción.
Mención aparte para el contralor general de la República, Nelson Schack, a quien se le pasan las tortugas y los caracoles por entre las piernas (o tal vez es un corrupto más, no lo sé).
¿Y qué hubo del caso Narcoindultos? Durante el segundo gobierno de Alan García (2006-2011), se indultó a un grupo de narcotraficantes, algunos de ellos con condenas por delitos graves como asesinato.
¿O del caso Agua para Todos? Este programa, creado durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006), tenía como objetivo llevar agua potable a las zonas rurales del país, sin embargo, se convirtió en un foco de corrupción, con sobrevaloración de obras y contratos irregulares.
¿O los Petroaudios? En el año 2008, se filtraron una serie de audios que revelaban una red de corrupción en el sector de hidrocarburos. Estos audios involucraban a funcionarios del gobierno de Alan García, así como a empresarios y lobistas.
Y el Club de la Construcción: Este caso, descubierto en el año 2013, reveló una red de empresas que se coludían para obtener contratos de obras públicas a cambio de sobornos a funcionarios del gobierno. El caso involucra a empresas nacionales e internacionales, así como a altos funcionarios de los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala.
Chinchero: El proyecto del aeropuerto de Chinchero, en Cusco, ha estado plagado de irregularidades y sobrecostos. Se han denunciado casos de colusión, nepotismo y tráfico de influencias, pero no pasa nada.
Caso Gasoducto Sur Peruano: Este proyecto, que tiene como objetivo transportar gas natural desde el sur del país hasta Lima, ha estado envuelto en escándalos de corrupción. Se han denunciado casos de sobrevaloración de obras y contratos irregulares.
Caso Vizcarra: El expresidente Martín Vizcarra, el ladrón, asesino y sinvergüenza más grande que haya tenido nuestro país, fue destituido por el Congreso en el año 2020 por presuntos actos de corrupción relacionados con la construcción del Hospital de Moquegua. Hoy se le investiga por muchos más delitos, pero el lagarto sigue en libertad y haciendo campaña presidencial, a pesar de estar inhabilitado.
Estos son solo algunos ejemplos de los cientos de casos de corrupción que han azotado al Perú en los últimos años. La corrupción es un problema sistémico que afecta a todos los niveles del Estado y que tiene un impacto negativo en el desarrollo del país.
Para combatir la corrupción en Perú todavía hay muchos desafíos. Entre ellos:
La corrupción es un problema grave que afecta a todos los peruanos. Es necesario un esfuerzo sostenido por parte del Estado, la sociedad civil y el sector privado para combatirla. Solo así se podrá construir un Perú más justo, próspero y democrático.
¿Qué podemos hacer como ciudadanos?
La lucha contra la corrupción es una responsabilidad de todos. Solo unidos podremos vencer este flagelo que afecta a nuestro país.
Fuente: CanalB
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