Por José Cevasco, publicado en Expreso
Vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo que los partidos políticos son las verdaderas escuelas de gobierno ya que sus militantes en algún momento accederán a los cargos de elección popular o serán designados para ejercer puestos de confianza en la administración pública. Sin embargo, existe un sector importante de la población que muestra desinterés en la actividad política-partidaria y prefieren realizar sus actividades en el sector privado y eso está bien, pero no toman en cuenta que inclusive en la actividad privada se usan herramientas de la política para ejercer eficientemente el liderazgo y cumplir con sus fines y objetivos empresariales.
Los política como arte es un concepto que tiene como objetivo conocer las técnicas de la negociación, persuasión y sobre todo la de realizar una comunicación eficiente, por ello es necesario que tantos los actores de la actividad pública y privada se preparen para cuando ejerzan el poder. Entiéndase además que el poder es indiferente al tipo de actividad que se realice; el poder inclusive se ejerce también en nuestros hogares.
Los que dirigen los partidos políticos que repito, son las verdaderas escuela de gobierno, no siempre tienen un visión de largo plazo para sus militantes. Hemos visto como sus máximos dirigentes tratan de perpetuarse en sus cargos y no dan acceso a sus miembros para acceder a cargos expectantes lo que ha conllevado a que sus militantes busquen espacios fuera de sus partidos para seguir haciendo política. Esto ocurrió durante los últimos treinta años donde nacieron movimientos políticos nuevos y que ampliaron la oferta partidaria pero a su vez debilitaron a los llamados partidos históricos.
En esto el Congreso cumple un rol importante poque en él están representados los partidos donde exhiben a su cuadros y notamos que en muchos acasos adolecen de la formación técnica y de las herramientas de la política para ejercer eficientemente el cargo de Congresista.
Oportunamente durante mis Oficialías Mayores, traté que los bancadas permitan pasantías de sus militantes para que vayan teniendo experiencias en el funcionamiento del Congreso y lamentablemente no tuve éxito. ¿Negligencia?, ¿egoísmo?, ¿mezquindad?, ¿falta de visión en el futuro? Quién sabrá a ciencia cierta el motivo para que esto no se realizara. Lo importante es llamar la atención en esto para que exista una mejor relación de política-educativa entre los partidos políticos, las bancadas y el Congreso.
Fuente: CanalB
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