Política

Óscar Becerra ¡al fin un ministro de Educación!, por Juan Carlos Suttor

Publicado el 10 de enero de 2023

Por Juan Carlos Suttor


Ha pasado mucho tiempo que no teníamos un ministro de Educación de calidad y, sobre todo, decente.


Por hacer un poco de historia reciente, durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, tuvimos la fortuna de contar con ministros muy calificados como Jaime Saavedra, quien había sido nombrado desde el gobierno de Ollanta Humala y que hoy es el Director Global de Educación del Banco Mundial; Marilú Martens, a quien le tocó enfrentar la prolongada huelga de maestros que lideró el hoy presidiario Pedro Castillo. Ambos de una u otra forma fueron censurados por el Congreso de la República, valgan verdades, por la perfidia de Fuerza Popular, que nunca aceptó el triunfo electoral de PPK. ¡Qué pena que el Perú desperdiciara su mejor oportunidad!


Posteriormente fue nombrado ministro Idel Vexler, con muchísima experiencia en el sector Educación. Para muestra, Palmas Magisteriales del Ministerio de Educación del Perú en los grados de Amauta (2017), Maestro (2002) y Educador (1990). Vexler cesó en el cargo luego de la renuncia de Kuczynski.


Después de solucionar temas básicos como son el agua potable y la anemia infantil, la educación es el primer problema que debemos resolver en nuestro país y en el que debemos poner todo nuestro foco y esfuerzo, los gobiernos caviares de Martín Vizcarra y Francisco Sagasti se esmeraron en poner ministros en el sector sin valores morales que impulsaron esa aberración comunista llamada "Ideología de Género", muy diferente a lo que es "Enfoque de Género", término que ha sido adoptado por organizaciones internacionales como la ONU para trabajar en beneficio de la igualdad entre seres humanos sin importar su sexo.


Posteriormente vino el gobierno del "profesor" Pedro Castillo, que como es harto conocido, nombró ministros a ineptos, prontuariados y demás yerbas. Entre sus grandes logros en 17 meses estuvo el reconocimiento de la maoísta FENATEP (Frente Nacional de Trabajadores de la Educación del Perú) quebrando leyes sindicales; la promulgación de un decreto modificando los estatutos de la Derrama Magisterial con el objeto de que la FENATEP se apropie de más de S/ 4,000 millones pertenecientes a los maestros y, además y sobre todo, cancelar la meritocracia en la carrera pública magisterial modificando el currículo para convertir la escuela pública en un centro de adoctrinamiento comunista.


Hoy, finalmente, tenemos a un ministro de Educación, el señor Óscar Becerra (*), sin duda un experto en la materia y con todos los pergaminos para ejercer el cargo. Ojalá lo tengamos por muchos años más (lo dudo dado el doble discurso de la presidente Dina Boluarte). Explayarme en su currículum haría que este artículo se multiplique por dos.


Óscar Becerra, ha señalado que hay “elementos que pretenden socavar las bases democráticas de nuestra sociedad a través de la educación y los textos escolares”. Ha mencionado también que hay infiltración comunista que se produce en el propio ministerio, y para enfrentar esta situación ya se ha reunido con el Ministerio del Interior y próximamente con el Ministerio de Defensa. ¡Tremendo reto el que tiene por delante!


Por lo anterior, lo declarado por el ministro Óscar Becerra recoge el espíritu y el deseo de la mayoría de los peruanos decentes, de organizar una educación pública de calidad. Sin embargo, de sus declaraciones se desprende que no será posible recuperar la meritocracia en la docencia si es que no se enfrenta la infiltración marxista y maoísta en el magisterio. Luego de las declaraciones de Becerra, la sociedad civil y los padres de familia deberían movilizarse a nivel nacional –tal como lo han venido haciendo en los últimos años– para descartar los textos escolares que promueven la mentira del discurso marxista y que pretenden destruir la idea de Perú, de la propia peruanidad, tal como lo vemos en la estrategia secesionista extremista del sur del país, promovida por Evo Morales.
El ministro Óscar Becerra tiene una labor titánica por delante: Derogar, sobre la marcha, el decreto que modifica los estatutos de la Derrama Magisterial, los reconocimientos arbitrarios otorgados al FENATEP y, sobre todo, las resoluciones viceministeriales que pretenden relativizar la carrera pública magisterial. Sobre este último punto podría escribir un artículo entero, pero que ahora no viene al caso.


La caviarada, desde que juramentó el ministro, lo ha atacado por donde pudo.


Primero fue el tema del sobreprecio en una compra de laptops, que ha sido totalmente aclarado. Para los caviares y comunistas ignorantes –valga la redundancia– se trató del proyecto OLPC (One Laptop Per Child). un proyecto mundial enfocado en la distribución de una computadora portátil de 100 dólares fabricada con el propósito de proporcionar, a cualquier niño del mundo, información, la posibilidad de construir conocimientos y armas para obtener acceso a las tecnologías de la información como una forma moderna de educación. El proyecto iniciado por Nicholas Negroponte contaba con el apoyo y colaboración de Google, AMD, Red Hat y otras grandes empresas.​ Recuerdo haber estado en la ceremonia de lanzamiento de este gran proyecto, en la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de San Martín de Porres.


Posteriormente ha sido la congresista caviar Flor Pablo, una de las principales promotoras de la "Ideología de Género", quien expresó su desacuerdo con la designación de Becerra por un tuit publicado en el 2018 en contra de la comunidad LGBT y por el cual él ya se disculpó.


Por último (por ahora), lo quieren desacreditar por no estar de acuerdo con algunos aspectos de la SUNEDU, que sabemos que es un antro caviar. El ministro Becerra, tiene amplia experiencia universitaria, tanto en el área docente como en la administrativa y tiene todo el conocimiento y el derecho de criticar a esta organización, que tiene muchísimos temas por mejorar.


Como tuiteó el 22 de diciembre el congresista Alejandro Muñante, "Así que el establishment progre está atacando al nuevo ministro de Educación, ¡muy bien! buena señal que mejoramos."


Otra buena señal sin duda ha sido la reciente renuncia del viceministro de Gestión Institucional del Ministerio de Educación, José Luis Gargurevich, quien fue nombrado hace menos de un mes por la exministra caviar Carmen Patricia Correa.


Por todo lo anterior, las primeras declaraciones del ministro Becerra causan enorme optimismo entre los peruanos que anhelamos contar con una educación pública de calidad.


(*) Conozco a Óscar Becerra desde hace más de 40 años y puedo dar fe de sus cualidades personales y profesionales.

 

 

 

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