Tras las recientes inundaciones que afectaron a las regiones de Piura y Tumbes, con más de 500 hectáreas de cultivo y medio centenar de viviendas perjudicadas, se ha intensificado la presión sobre la ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar, para que renuncie a su cargo.

Se le responsabiliza por la entrega de obras de mitigación que colapsaron apenas un mes después de su inauguración.

En Piura, la zona de El Chical se vio particularmente afectada, con 600 familias damnificadas y al menos 50 viviendas inundadas. César Quevedo, secretario del Comité de Defensa de la cuenca de El Chical, afirmó que estos problemas podrían haberse evitado si los trabajos de mitigación se hubieran realizado adecuadamente.

El pasado 19 de enero, la Ministra Pérez de Cuéllar inauguró el Sistema Alternativo de Recolección y Evacuación de Aguas de Lluvia (SARE) en el sector Cinco Esquinas, obra que resultó dañada por las lluvias. Pérez de Cuéllar atribuyó el incidente a la construcción de un buzón por parte de la municipalidad provincial en una ubicación cercana, mientras que la municipalidad señaló que la erosión fue causada por la fuerza del agua y que la responsabilidad de la mitigación recae en el ministerio.

La ministra subrayó que, si bien se están centrando en mitigar los daños actuales, la responsabilidad sigue siendo compartida con los gobiernos locales.