En un evidente golpe contra la libertad de expresión, el multimillonario ruso Pavel Durov, CEO de la aplicación de mensajería Telegram, fue detenido el último sábado en el aeropuerto de Bourget, en las afueras de París (Francia), por no censurar el contenido que se comparte en la mencionada red social.

Durov, que viajaba en su avión privado, fue objeto de una orden de detención en Francia como parte de una investigación policial preliminar. Según los medios franceses, la investigación se centra en la falta de moderadores en Telegram, lo que, de acuerdo con la Policía francesa, permitiría que la actividad criminal se desarrolle sin obstáculos en la aplicación de mensajería.

La irregular detención de Pavel Durov ha provocado, como era de esperarse, una ola de preocupación en la comunidad tecnológica y entre los defensores de la libertad de expresión en internet, como Elon Musk, dueño de X, por ejemplo. 

Vale recordar que Pavel Durov fundó Telegram con su hermano en 2013 y tuvo que abandonar Rusia en el año 2014, luego de negarse a cumplir con las demandas del Gobierno de Vladímir Putin de cerrar las comunidades de la oposición en su plataforma de redes sociales VKontakte, que terminó vendiendo.