En el segundo día del juicio contra Keiko Fujimori, el fiscal José Pérez, conocido por su excentricidad, presentó un alegato cargado de adjetivos ofensivos contra Fuerza Popular y calificó al gobierno de Alberto Fujimori como una dictadura, provocando la reacción de la jueza Juana Caballero.

En su alegato central, Pérez no se centró en las supuestas evidencias de los delitos, sino que señaló que la excandidata opera ilegalmente para continuar el legado de su padre. Al salir de los tribunales, Keiko Fujimori respondió: “Si quiere seguir haciendo política, que se inscriba como candidato”.

El fiscal no abordó la hipótesis legal sobre los aportes que financiaron las campañas fujimoristas de 2011 y 2016, y en su lugar, mostró un chaleco antibalas. Pérez parecía más interesado en una posible candidatura política que en exponer pruebas.

El juicio incluye a 42 acusados por cinco delitos, con 1036 testigos y 5670 pruebas, lo que significa 1 millón 300 mil interacciones entre abogados, testigos y pruebas. Si los abogados se limitaran a contrainterrogar a cada testigo por un minuto y luego con cada prueba por un minuto, y considerando que las sesiones se realizarían solo los lunes y martes en jornadas de ocho horas, el juicio podría durar 27 años, según el penalista Arsenio Oré.

Después de tres horas de audiencia, el fiscal Pérez pidió a los jueces concluir la diligencia por estar “agotado”. Su solicitud fue atendida y el juicio continuará el próximo martes 9 de julio.