Escrito por Juan Carlos Suttor en el blog Sin Pelos en la Lengua
La noche del viernes 21 de febrero, el techo del patio de comidas del Centro Comercial Real Plaza de Trujillo colapsó, dejando un saldo fatal de seis personas fallecidas y múltiples heridos, entre ellos menores de edad. Esta tragedia nunca debió ocurrir.
Desde estas líneas toda mi solidaridad con las familias que resultaron afectadas.
Lamentablemente en estas situaciones nunca faltan aquellos "expertos" y "opinólogos" que se aprovechan de una tragedia para querer obtener su minuto de fama y han aparecido durante los últimos días decenas de expertos en temas estructurales, de arquitectura, de ingeniería, de mantenimiento, de prevención, de seguridad, de valores, etc. que sin siquiera haber estado en el lugar de los hechos, han hecho todo tipo de elucubraciones acerca de la causa de la caída del techo. Esto es una irresponsabilidad total y por qué no, una falta de respeto y consideración a las familias afectadas.
Incluyo en el grupo anterior a muchos pseudo periodistas, payasos carroñeros ellos, que ya emitieron sus juicios mancillando la honra de muchas personas que ni siquiera tienen que ver en el tema, cuando recién la Fiscalía ha iniciado las investigaciones del caso con sus peritos. Destaca en este grupo de comerciantes de la noticia Milagros Leiva, de Willax TV, quien ha hecho de esta tragedia un show mediático, lágrimas incluidas, creyendo ella que está por encima del bien y del mal. No olvidemos que esta señora fue despedida en el 2015 de América Televisión y Canal N por haber pagado 30 mil dólares a un soplón para obtener una entrevista con Martín Belaunde Lossio, que se encontraba escondido en Bolivia. "Periodismo" de este tipo es el que tanto daño le hace a nuestro país.
Lamentable también la actuación del Grupo Intercorp, propietario de los centros comerciales Real Plaza, que tuvo una reacción tardía así como un pésimo manejo de crisis, demostrando muy poca empatía con las familias afectadas. Si a esto le sumamos el ciberataque que sufrió Interbank hace unos pocos meses y el que sufrió Inkafarma la semana pasada, entonces la reputación de este grupo está bastante averiada. Y no digo que no hayan hecho nada, pero su estrategia de comunicaciones es una desgracia.
Mención aparte para los muchos alcaldes provinciales y distritales que en una semana han querido hacer lo que no hicieron nunca por irresponsabilidad, desidia, omisión o por corrupción, iniciando una "cacería de brujas", cerrando centros comerciales y supermercados por no haber hecho ellos las inspecciones y supervisiones que les corresponde. ¿Se dan cuenta a cuántas personas y familias, locatarias de tiendas en estos centros comerciales están afectando?
Es decir, si se cayó el puente de Chancay, debemos cerrar todos los puentes del Perú para que sean revisados. Si se cayó un ómnibus a un precipicio, debemos parar todos los ómnibus del país para que pasen por una revisión técnica. Es obvio de que los alcaldes están con rabo de paja.
Ojalá pues, que el Ministerio Público haga las investigaciones del caso en el más breve plazo para determinar las responsabilidades y se haga justicia, caiga quien caiga.
Pero no se haga ilusiones, estimado lector, porque en el Perú la justicia no existe.
Recuerde el caso de Utopía (2002), que ocasionó 29 muertes y cuyo juicio demoró más de 10 años; el incendio en Larcomar en el 2016 donde hubo 4 muertes o el de la inundación en San Juan de Lurigancho en el 2019, desastre que afectó 800 casas y 2.000 familias, en los cuales todavía no hay responsables.
No hay responsables por el caso de la deflagración de Villa El Salvador (2020) producida por una fuga de gas de un camión cisterna accidentado que trasladaba dicho material y que dejó 34 muertos, 30 heridos, 30 casas y varios vehículos afectados.
Y tampoco hay responsables en el caso de noviembre 2022 en que un avión de LAN que despegaba colisionó con un "camión de bomberos" aeroportuarios de Lima Airport Partners S.R.L., dejando tres bomberos muertos y numerosos pasajeros heridos. Todavía siguen peloteándose entre Córpac y LAP la responsabilidad de este lamentable accidente. Eso sí, el piloto y el copiloto estuvieron detenidos tres días en cumplimiento de la ley.
Para terminar, lo ocurrido en Trujillo no es un evento cotidiano, ni puede considerarse una muestra del funcionamiento habitual de nuestra sociedad. Sin embargo, los medios de comunicación han adoptado una narrativa que sugiere que, sin importar los esfuerzos del grupo empresarial involucrado, estos siempre serán insuficientes. De manera maliciosa se induce a la opinión pública a creer que los empresarios son los malos de la historia. Si bien es posible que algunos lo sean, es injusto generalizar y asumir que todos operan de manera irresponsable.
Y lo que no debemos permitir las personas decentes es que la izquierda mezquina, desubicada y extemporánea, se cuelgue de esta tragedia para atacar a la empresa privada diciendo que es mercantilista y nociva para el país.
Fuente: CanalB
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