Política

La crisis no se supera con paños tibios, por Fabiola Morales

Publicado el 03 de febrero de 2023

Por Fabiola Morales Castillo, publicado en Expreso

 

La crisis política que atraviesa el país quiere zanjarse, nuevamente, con la convocatoria a Elecciones Generales adelantadas, una receta que hemos venido repitiendo desde la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski producida el 2018 y que ha traído como consecuencia la inestabilidad propia de los cambios continuos de mandatarios, afectando la democracia y la economía.

 

El actual Congreso está enfrascado en la discusión de la fecha para que se produzcan nuevas elecciones, más que en pensar en salidas sólidas a esta crisis, y algo parecido sucede con el Ejecutivo, con sus marchas y contramarchas sobre lo que debiera ser el diseño de una estrategia realista y valiente para enfrentar las turbas violentistas movidas por personajes procedentes del marxismo extremista y otros oscuros intereses de la minería ilegal, el narcotráfico, la tala ilegal, etc., apoyados abiertamente por el Foro de Sao Paulo, que no se resignan a perder el poder que tenían con el golpista, ahora detenido.

 

Un adelanto de elecciones como se plantea es el camino fácil y de corto plazo, pero no el mejor para, eventualmente, superar esta crisis política. No es lógico creer que, aplicando la misma receta ineficaz, el enfermo va a mejorar la salud, y menos tener la esperanza de recuperarla definitivamente. «A grandes males, grande remedios» dice la sabiduría popular y no paños tibios para alargar la agonía de un Perú que lo tiene todo para convertirse, sin complejos, en una potencia mundial.

 

Al Gobierno, le recomendamos asesorarse de quienes son profesionales en la gestión y manejo de crisis nacionales e internacionales que no solo consiste en recurrir a un cacareado «diálogo», sino mucho más. En una democracia es necesario escuchar y entender a las mayorías y a las minorías; pero no lanzarse rápidamente a una piscina sin agua, porque se piensa que no hay más salidas o, al menos, no se nos ocurren.

 

Es conocido el famoso ejemplo del conflicto por obtener una naranja. En apariencia, es imposible mediar entre dos personajes que desean la misma fruta y contentar a ambos. Sin embargo, si se hace el esfuerzo por entenderlos, podría resultar que cada uno quiere obtener un beneficio distinto de la naranja, uno la desea por su jugo y otro por su cáscara. Es así como ambos, llegarían a un acuerdo para obtener la naranja.

 

Al Congreso, le recomendamos no caer en la tentación de adelantar las elecciones con triquiñuelas; sino a pensar en las consecuencias nefatas que tendría para la democracia convocar a un proceso sin las debidas «reformas electorales» que se requieren, con el fortalecimiento de los partidos políticos, como instituciones fundamentales para la formación de «cuadros» al servicio del país. Instituciones que deben dejar de ser «vientres de alquiler» para quienes buscan el poder para fines oscuros. No ir a elecciones primarias en los partidos por la prisa no es avanzar, sino retroceder.

 

Es necesario el cambio de las actuales autoridades máximas del Sistema Electoral que ya nos han demostrado su incompetencia contando los votos de los fallecidos y sus preferencias por unos candidatos, en desmedro de otros, aceptando candidaturas sin los debidos requisitos a unos y descartando a otros, como ocurrió con Vizcarra y Cillóniz, como lo recuerda el periodista Carlos Paredes.

 

Las reformas también deben comprender la eliminación del voto preferencial y varias otras; es por eso que llamar a elecciones, como quien «sale corriendo de un incendio», solo nos recuerda a un político «morado». Las crisis se superan enfrentándolas con sabiduría, valentía y la verdad en la mano.

 

(*) Ex congresista de la República

 

 

 

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