El precio del oro al contado alcanzó los US$ 2.364 por onza el martes, registrando máximos históricos durante siete sesiones consecutivas. En términos interanuales, el oro ha subido un 16,5%.

Los inversores esperan recortes en las tasas de interés de referencia por parte de la Reserva Federal (Fed), lo que impulsa los precios. Además, la compra de oro por parte de bancos centrales, liderados por China, para reducir su dependencia del dólar estadounidense, contribuye a este aumento.

El oro se considera un depósito de valor a largo plazo y un refugio seguro en tiempos de turbulencias económicas. Cuando bajan las tasas de interés, los precios del oro tienden a subir, ya que resultan más atractivos que los activos que generan ingresos.

Los bancos centrales, como el Banco Popular de China, han aumentado sus reservas de oro, lo que impulsa aún más los precios. Esta tendencia refleja una menor dependencia del dólar por parte de las naciones y busca diversificar sus activos.

La incertidumbre geopolítica y económica global también aumenta la demanda de oro como activo seguro, consolidándolo como una inversión tradicional durante tiempos de crisis.