Por Carlos E. Gálvez Pinillos, expresidente de la SNMPE
Es noticia mundial, que el Perú es uno de los países con el transporte urbano más lento del mundo. Nos transportamos a menos de 11 km/h por vías expresas y avenidas principales, pero nadie hace absolutamente nada al respecto. Lo que distingue a los países civilizados, que tienen más vehículos particulares per cápita, pero logran movilizarse a mayor velocidad promedio, es que ellos sí toman medidas correctivas y, todas, son de sentido común.
Como siempre, se trata de aumentar la oferta de ciertas facilidades y reducir la demanda de otras, para hacer más atractivo el transporte público y menos, el particular, así:
Además, se deben trabajar mejoras en la semaforización y sus sistemas de control automático. Igualmente, debemos ser rígidos en la aplicación de normas para evitar estacionamiento en zonas rígidas y, más aún, estacionamiento en doble fila. Desde luego, los distritos deben impulsar la instalación de playas de estacionamiento, para solucionar la congestión que el uso indebido de las calles provoca. De igual forma, los horarios de despacho y recibo de mercadería en comercios, deben evitar las horas punta.
La sola aplicación de estas seis medidas, generará un alivio inmediato del transporte urbano, redundará en el bienestar de toda la colectividad, evitará la necesidad de una “Asociación de víctimas de accidentes de tránsito» por abandono, aumentará la satisfacción de las personas y significará más horas de descanso y vida familiar.
Esto, que parece una cuestión únicamente de transporte; reducirá los niveles de estrés, mejorará el rendimiento académico de los niños y jóvenes, quienes tendrán mayor apoyo y supervisión de los padres y, mayor productividad de los padres en su actividad laboral, además de reducir los S/22 mil millones de pérdidas anuales por congestión del tránsito.
Ahora que en el Congreso de la República están en pleno jubileo de designación de comisiones, sería muy importante que, a sus miembros, se les asigne esta tarea y evaluarlos por sus resultados.
De igual manera, los responsables de MTC y de la ATU, deben ser evaluados por la velocidad con la que logren descongestionar el tránsito de la ciudad de Lima y otras capitales y, aumentar la velocidad promedio de circulación.
[A pesar del caos que sufren los ciudadanos, las autoridades de transporte público obstaculizan el despliegue del tren Chosica-Lima-Callao, por ruines juegos políticos]
Si no son capaces, ¡que renuncien!
Fuente: CanalB
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