Por Hugo Guerra, publicado en Expreso
Seamos realistas. Lograr una candidatura única en torno a un líder de centroderecha para las elecciones del 2026 es imposible. Pero sí es factible todavía construir un frente en torno a un programa mínimo de gobierno compartido –al margen de la fórmula que gane la presidencia– que podría incluir los siguientes puntos de convergencia:
1.- Preservación de la economía social de mercado, respetuoso de la autonomía del BCR, pero con reformas de capitalismo popular que permitan un crecimiento anual del PBI no menor al 5%, rango meta de inflación de 2%, recorte del aparato estatal en 30%, disminución de la informalidad al 60% y reducción de la pobreza en 10 puntos porcentuales en un quinquenio. Además, debe haber el compromiso para desarrollar al Perú como el hub multipropósito para el comercio sudamericano con el Asia-Pacífico; convertir a nuestro país en el primer productor de cobre del mundo; y lanzar una agenda que permita la conversión de exportadores de materias primas a productores de tecnologías de punta siguiendo modelos como el de Costa Rica.
2.- Lucha contra la corrupción, con respeto a la institucionalidad y legislación que reprima a los funcionarios corruptos con inhabilitación perpetua y prisión efectiva de 30 años sin importar el monto de sus delitos.
3.- No a la impunidad en todos los procesos por golpismo, traición a la patria (caso Lava Jato) y corrupción en curso, con reforma institucional del sistema judicial, desaparición de la JNJ, recambio total en el Ministerio Público, el JNE y la ONPE, y prisión efectiva para quienes resulten culpables.
4.- Restablecimiento de la seguridad ciudadana, con la implicancia de salir del ámbito jurisdiccional de la Corte IDH; implantación de la pena de muerte; leyes sobre terrorismo urbano; cero tolerancia al crimen organizado; refundación de la PNP; y respaldo político y normativo a las acciones represivas y de control tanto de la policía cuanto de las FF. AA.
5.- Defensa efectiva de la unidad territorial de la República, con acciones concretas cívico-militares que erradiquen el secesionismo aimara y la separación de la macrorregión sur. Lo que debe implicar la intervención del Gobierno Central en los respectivos gobiernos regionales y el fortalecimiento de nuestras capacidades de defensa militar en Puno, el VRAEM y Purús en la frontera con Brasil.
Esta lista puede ser valorada para que la convergencia respete el derecho a múltiples candidaturas pero con el compromiso de un gobierno de unidad nacional.
Fuente: CanalB
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