Por Ántero Flores-Aráoz, publicado en Expreso

Desde siempre hemos tenido la sensación de que los peruanos que viajan al exterior con ánimo de permanencia, lo hacen principalmente por motivos económicos, buscando nuevos horizontes para desarrollarse y tener mejores ingresos, sea por trabajo dependiente o independiente, o por nuevos emprendimientos.

¿Existen otros motivos? La respuesta es claro que sí, como pueden ser por ejemplo tratamientos de salud de larga duración, pero insistimos, principalmente la causa de la migración sin retorno es económica.

La sensación mencionada ha sido corroborada técnicamente por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), quien con la colaboración tanto de nuestra Cancillería como de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) he emitido el estudio “Perú: Principales características sociodemográficas de los peruanos residentes en el exterior”, documento que recoge los resultados de la II Encuesta Mundial a la Comunidad Peruana en el Exterior 2022.

Según datos proporcionados por tal Estudio, existen 3’309,635 emigrantes nacionales peruanos en el extranjero, esto es que salen y no retornan, lo que alcanza a algo más del 10% de nuestra población. Si bien es verdad que es difícil llevar la data de los fallecidos, pues no necesariamente se registran en nuestros consulados, lo que podría reducir en algo esa alta cifra, no es menos cierto que hay peruanos que emigraron con afán y propósito de permanencia en el exterior, aunque regresan por cortos períodos a la patria y por ello no estarían considerados en la cifra global mencionada anteriormente.

El estudio confirma que cuanto menos oportunidades económicas y laborales hay en nuestro Perú, más son quienes emigran y lo hacen porque muchas veces perdieron la esperanza de que las cosas mejoren y cuanto más tiempo pase, también en el exterior les será difícil colocarse en el mercado laboral.

Gran parte de nuestros migrantes están en el rango etario entre los 15 y los 39 años, esto es en edades para seguir estudios de mejor nivel que el nuestro o con mayor fuerza física e intelectual para ganarse la vida fuera del Perú.

Quienes salen al exterior para residir, no lo hacen para hacer turismo. Si van a Chile, no será porque les guste el “joropo”, ni si emigran a Panamá es porque les encanta el canal, o si recalan por siempre en los Estados Unidos de América no es para admirar el edificio del Capitolio, como tampoco si van a Italia es para observar si se inclina algo más la Torre de Pisa. Se van a residir, no a pasear.

Todo lo antes expuesto se puede resumir en falta de confianza y, cuanto menos confianza existe la migración hacia el exterior es mayor, va en sentido directamente inverso.

Algo que no está en el estudio, pero podemos dar fe de ello, quienes hemos sido habitúes concurrentes a las convenciones de peruanos en el exterior, es que los hijos de peruanos nacidos en el exterior, no todos se consideran peruanos y según vaya bajando la relación con los primeros emigrantes, las sucesivas generaciones tendrán menos relación con el Perú e incluso muchísimas veces ni conservan el idioma, como tampoco costumbres ni religión.

Hay que trabajar mucho y muy duro, para que el Perú mejore, tener oportunidades de crecimiento y bienestar, lo que no es imposible, pues la naturaleza ha sido generosa con la patria y nuestras tres regiones más el Mar de Grau, son inmensamente ricas, pero la riqueza tiene que explotarse y para ello se requiere inversión, la que no vendrá sino hay confianza. Saque usted querido lector sus propias conclusiones y medite en lo que se debe hacer.