Por Luis García Miró Elguera, publicado en Expreso

Queda comprobado que la Fiscalía de la Nación es una entidad que opera al margen de la Constitución y las leyes, y se guía exclusivamente por el ungüento político del momento y al titular del mismo. Esta quiebra de nuestro sistema jurídico –nos referimos al secuestro del Tribunal Constitucional, Poder Judicial, Ministerio Público y Junta Nacional de Justicia por una mafia caviar– ocurre desde que Toledo se instaló en la presidencia –con Gustavo Gorriti como Richelieu suyo–, precisamente capitaneando a la camorra caviar financiada por Open Society, entre otros. Hace un cuarto de siglo que soportamos esta injusticia, donde la sociedad peruana convive sitiada por una mascarada que representa a un presunto Estado de derecho impuesto sobre un régimen democrático. No existe margen de error ni ámbito de discusión sobre esta verdad. El hecho es que, desde inicios del Tercer Milenio, Perú no es gobernado por las autoridades electas por sus ciudadanos, sino por una banda criminal organizada para secuestrar el poder, apelando chantajear a las autoridades elegidas vía la manipulación de los entes del Estado señalados por la Carta Magna para administrarnos Justicia. Entes que constitucionalmente debieran estar a cargo de profesionales debidamente seleccionados, como dicta la Carta Magna. No obstante, la situación es radicalmente opuesta.

Hace un cuarto de siglo que gente escoria confisca el poder delegado a las autoridades electas por el voto ciudadano para administrar el Estado. Empezando por el poder Legislativo, que legisla y regula que los órganos que integran la Judicatura capten, capaciten, elijan, designen y empoderen a sus autoridades.Sin embargo, esta facultad hoy les está secuestrada por terceros –los caviares, no electos como autoridades por el pueblo– que, gracias a metodologías vetadas al influjo del dinero de poderosísimas oenegés, se han impuesto en el poder Judicial, Ministerio Público, el Tribunal Constitucional, la Junta Nacional de Justicia, etc. ¡Y ahora, desde allí, chantajean a las autoridades políticas, válidamente electas, sometiéndolas a sus amenazas y consecuentemente consiguiendo sus vetados propósitos! Hoy la mafia caviar, jamás electa por el Pueblo, maneja la Policía Nacional, el Ministerio Público y las Cortes de Justicia. Es decir, reina y manda en estos poderosos entes que le sirven de espolón para imponernos teorías extranjerizantes, destinadas a coaccionar a nuestros jueces y fiscales; usándolos para, a través de ellos, amedrentar a toda autoridad política, tanto del Ejecutivo como del Legislativo, y consecuentemente detentar el poder absoluto en nuestro país, sin necesidad de contar con un solo voto del ciudadano.. Secuestro que les ha sido posible consolidar apelando a mecanismos vetados. Como el dinero y/o la presión política provenientes del extranjero, destinados a imponernos políticas foráneas alineadas a modelos ajenos a nuestra verdadera idiosincrasia.

Si queremos recuperar nuestro país, la primera medida que deberá adoptar quien tome la posta del gobierno el año 2026 será deshacer este poder paralelo que tiene secuestrado al país, puesto a órdenes de una banda criminal, repetimos, liderada por los gorritis, garcíasayanes, etc.